En el párrafo sexto del Informe anterior (19.22.2014), decíamos: "No supongan que las manos ocultas y las intenciones perversas aplacaron su furor".
Al referirnos a quienes ocultos, y no ocultos, travesuraban contra la Agrupación Sindical de Escritores Españoles lo hacían durante un régimen político, siendo algunos parte de dicho régimen. Después, llegada la Democracia, los anteriores supervivientes, algunos; petrechados con nuevos robots para continuar la contienda difamadora y opresiva, zascandilearon lo que pudieron, no lo duden. Para entonces nos importaba un "pitoche" que zascandilearan, porque nosotros, cansados de contener nuestras plumas indignadas, estábamos dispuestos para mojarlas en el tintero y llenar de grafitis el intelecto de los medios de comunicación.
Argumentos reveladores de estas dedicatorias póstumas fue, sin duda alguna, el párrafo que publicó el periódico "La Verdad de Murcia", el día 28.5.78, firmado por el periodista Antonío Segado del Olmo, en su Sección "Crónicas de las Letras". Recuerden que la Constitución fue aprobada por las Cortes el 31.10.1978, alrededor de seis meses antes.
Incluyo en este Informe la Nota de Prensa, y la contestación, no como una replica merecida a quien maltrató en la Prensa del régimen anterior a la Agrupación de Escritores, a lo que nunca contestamos para que nadie pudiera suponer que usábamos el poder del régimen político para criticar a nuestros contrarios, siendo que esta Agrupación nunca usó de ningún poder político para existir, como se ha dicho hasta la saciedad. Tampoco guardo rencor a estos escritores por ello, porque siempre fue mi intención unir voluntades en vez de dividir las que existen. Sí digo, que por las circunstancias expuestas lamenté el deber de no contestar, porque uno de los momentos más festivos, considero que es aquél propio de polémica. No lo haría ahora, pero muchos afiliados a este Sindicato ignoran las pequeñeces dichas, y estos informes pretenden, principalmente, que lo conozcan.
Leamos el texto de la Nota; - "Preguntando uno a Ángel María de Lera que era eso del Sindicato Nacional de Escritores, que por cierto celebró una asamblea nada menos que nacional en Cartagena y a la que asistieron y protestaron, entre otros escritores José Luis Castillo Puche, que había sido invitado a dar una charla, no a integrarse en un sindicato. Pues bien, esto me contesta Ángel María de Lera: "Por lo que se refiere a ese residuo verticalista, que se intitula Sindicato Nacional de Escritores, pueden asegurar rotundamente que no tiene nada que ver con nuestra Asociación Colegial de Escritores. No existe la menor relación entre ambas entidades y, por supuesto, ni la más mínima posibilidad de fusión entre ambas. Eso sí las puertas de nuestra Asociación están de par en par abiertas para todos aquellos escritores de verdad que quieran ingresar en ella, provengan o no del susodicho Sindicato. Es curioso que los que durante tantos años - primeramente como Agrupación Sindical de Escritores adscrita al sindicato vertical de Artes Gráficas- han permanecido callados y sumisos al poder constituido, sin haber intentado nunca nada en favor de los escritores -sin haber colaborado siquiera en la creación de la Mutualidad de Escritores- pretendan ahora arrogarse representaciones que nadie les ha conferido. ¿que buscan? ¿quien los alimenta? ¿quien los maneja y dirige? Si obran con limpieza de miras vendrían a engrosar nuestras filas y no andarían por ahí sembrando la confusión y el desconcierto entre los escritores que viven en provincias. El que sorprendieran la buena fe de Alberti, quien, por cierto, ya ha escarmentado, no les da carta de legitimidad alguna, ni democrática ni profesional. "Gracias Ángel, totalmente aclarado y concluyente"
Me hizo mucha gracia tanta contradición. !Indudablemente serviría para político¡ una de cuyas obligaciones consiste en achacar a sus contrarios los defectos y hechos propios. De todas maneras no me encontraba ante un polemizante ortodoxo y experimentado. !Qué le vamos hace¡ pero pensé que tal asunto no podía quedar sin contestación y me aseguré que la respuesta le llegara. Primero, se la envié al periodista Segado del Olmo, del periódico dicho, quien contestó como suponía esta Presidencia, por cuanto el señor Castillo Puche, murciano y conocido como escrito, gozaba de su amistad. Los términos de su respuesta fueron los habituales: es decir, que el texto era largo y la Ley de Prensa exigía el número mismo de renglones; y que si me atenía a esta circunstancia publicaría la replica. Esta Presidencia sabía que el escrito de respuesta iba ha circular y además le llegaría a Ángel María de Lera.
Esta fue la respuesta: "NOTA ACLARATORIA". - " Por Jesús Dumont, Presidente del Sindicato Nacional de Escritores Españoles." - "El señor Segado del Olmo, en CRÓNICAS DE LAS LETRAS, que publica La Verdad de Murcia el día 28.5.78, pág. 12, recoge contestaciones literarias agudas y dignas de ser conservadas para la historia. Habla de algunas frases atribuidas a Ángel María de Lera, quien se permita conceptos ofensivos y erróneos relativos al Sindicato Nacional de Escritores Españoles.
Con el fin de ofrecer conocimiento exhaustivo y concreto de cuanto muchos lectores ignoran, creo necesario aclarar conceptos dignos de ser tenidos en cuenta. Se da la circunstancia de que todas las Agrupaciones provinciales de la Entidad referida en la entrevista de Prensa, es decir, de la Agrupación Sindical de Escritores Españoles, actuaban con libertad plena de manera descentralizada. Eran lo que sus afiliados y fundadores querían que fueran. Sospecho que cuanto digo pudiera ser tenido como prueba rotunda de "silencio y sumisión al poder constituido. Frases de Lera.
Señor Lera, agradecería a usted una ilustración concisa, objetiva, y veraz, respecto al mundo sindicalista de más de cuarenta años a esta parte. Sabría que ciertas entidades sindicales con fondos propios conformaban el sindicalismo horizontal de su tiempo. Sus decisiones no podían comprometer el patrimonio de lo que usted denomina "poder constituido". Ignoro si la afirmación dicha es consecuencia de sus talentos intelectuales universitarios en la carrera de Derecho, o como doctorado en Ciencias Políticas o Económicas, o consecuencia de sus experiencias como viajero en otros países.
Aprovechar algunas circunstancias en la coyuntura política de entonces, estoy haciendo referencia a la época que denomina "poder constituido"; para hacer pan con el trigo antes plantado, diría un pan escaso, no califican valores intelectuales acusados. Viene esto a colación como respuesta a sus palabras acusadoras; usted que está en esa ingravidez que proporciona la verdad absoluta, "...sin haber intentado nunca nada a favor de los escritores, sin haber colaborado si quiera a la creación de una mutualidad de escritores". Parca actitud de miras seguir rememorando glorias pasadas conseguidas a medias. ¿Esto es todo lo que usted hizo por los escritores?
La Agrupación Sindical, "ese residuo verticalista" del que me obliga usted a hablar, antes de sus inicios en andaduras literarias y sociales, había conseguido obligar al "poder constituido" a que se incoara un Expediente en la Dirección General de Mutualidades Laborales, dependiente del Ministerio de Trabajo, consecuencia de un estudio elevado al Señor Ministro con el fin de exigir derechos a las prestaciones necesarias de previsión, tanto para los escritores, como también en beneficio de los trabajadores autónomos de la Industria y el Comercio. La copia que acompaño, junto con otra que corresponde a un recorte de Prensa del diario ABC, sábado 14.11.59, pág. 65, son elocuentes.
Ocurrió que mucho después llegó usted, y en el Club de Pueblo, diario del "verticalismo", durante "el poder constituido", acompañado de un Presidente verticalista del Sindicato del Papel, Prensa y Artes Gráficas, que con tanta saña critica, en tiempos de Franco, no tuvo ningún reparo en ocupar el escaño de hispano parlante en un organismo autónomo del "poder constituido", y desde allí, recoger el trigo sembrado. Lástima que su pan tan generosamente brindado no fuera suficiente para dar alimento a todos los escritores de España. En mi opinión no fue bien amasado, prueba de esto, es que usted hoy no preside la Mutualidad de Escritores de Libros, porque obediente al "poder constituido", no ha querido defender, o no ha podido, una Mutualidad que tanto glorifica y considera como la revolución social de nuestros días.
"El poder constituido" actual le invitó a salir de su cargo franquista, por considerar que dicha Mutualidad es incapaz actuarialmente hablando de pervivir por si misma, semejante a ciertos mellizos intrauterinos que la cirugía separa con animo de favorecer su vida. Señor Lera, usted agostó una posibilidad en favor de todos los escritores, y tengo la esperanza que dicho apéndice mutualista se pueda integrar en las Mutualidades Autónomos, o en la Seguridad Social, como gestionará este Sindicato, manera única de seguir existiendo dentro del sistema de Previsión.
Se continuara en el próximo informe.
Incluyo en este Informe la Nota de Prensa, y la contestación, no como una replica merecida a quien maltrató en la Prensa del régimen anterior a la Agrupación de Escritores, a lo que nunca contestamos para que nadie pudiera suponer que usábamos el poder del régimen político para criticar a nuestros contrarios, siendo que esta Agrupación nunca usó de ningún poder político para existir, como se ha dicho hasta la saciedad. Tampoco guardo rencor a estos escritores por ello, porque siempre fue mi intención unir voluntades en vez de dividir las que existen. Sí digo, que por las circunstancias expuestas lamenté el deber de no contestar, porque uno de los momentos más festivos, considero que es aquél propio de polémica. No lo haría ahora, pero muchos afiliados a este Sindicato ignoran las pequeñeces dichas, y estos informes pretenden, principalmente, que lo conozcan.
Leamos el texto de la Nota; - "Preguntando uno a Ángel María de Lera que era eso del Sindicato Nacional de Escritores, que por cierto celebró una asamblea nada menos que nacional en Cartagena y a la que asistieron y protestaron, entre otros escritores José Luis Castillo Puche, que había sido invitado a dar una charla, no a integrarse en un sindicato. Pues bien, esto me contesta Ángel María de Lera: "Por lo que se refiere a ese residuo verticalista, que se intitula Sindicato Nacional de Escritores, pueden asegurar rotundamente que no tiene nada que ver con nuestra Asociación Colegial de Escritores. No existe la menor relación entre ambas entidades y, por supuesto, ni la más mínima posibilidad de fusión entre ambas. Eso sí las puertas de nuestra Asociación están de par en par abiertas para todos aquellos escritores de verdad que quieran ingresar en ella, provengan o no del susodicho Sindicato. Es curioso que los que durante tantos años - primeramente como Agrupación Sindical de Escritores adscrita al sindicato vertical de Artes Gráficas- han permanecido callados y sumisos al poder constituido, sin haber intentado nunca nada en favor de los escritores -sin haber colaborado siquiera en la creación de la Mutualidad de Escritores- pretendan ahora arrogarse representaciones que nadie les ha conferido. ¿que buscan? ¿quien los alimenta? ¿quien los maneja y dirige? Si obran con limpieza de miras vendrían a engrosar nuestras filas y no andarían por ahí sembrando la confusión y el desconcierto entre los escritores que viven en provincias. El que sorprendieran la buena fe de Alberti, quien, por cierto, ya ha escarmentado, no les da carta de legitimidad alguna, ni democrática ni profesional. "Gracias Ángel, totalmente aclarado y concluyente"
Me hizo mucha gracia tanta contradición. !Indudablemente serviría para político¡ una de cuyas obligaciones consiste en achacar a sus contrarios los defectos y hechos propios. De todas maneras no me encontraba ante un polemizante ortodoxo y experimentado. !Qué le vamos hace¡ pero pensé que tal asunto no podía quedar sin contestación y me aseguré que la respuesta le llegara. Primero, se la envié al periodista Segado del Olmo, del periódico dicho, quien contestó como suponía esta Presidencia, por cuanto el señor Castillo Puche, murciano y conocido como escrito, gozaba de su amistad. Los términos de su respuesta fueron los habituales: es decir, que el texto era largo y la Ley de Prensa exigía el número mismo de renglones; y que si me atenía a esta circunstancia publicaría la replica. Esta Presidencia sabía que el escrito de respuesta iba ha circular y además le llegaría a Ángel María de Lera.
Esta fue la respuesta: "NOTA ACLARATORIA". - " Por Jesús Dumont, Presidente del Sindicato Nacional de Escritores Españoles." - "El señor Segado del Olmo, en CRÓNICAS DE LAS LETRAS, que publica La Verdad de Murcia el día 28.5.78, pág. 12, recoge contestaciones literarias agudas y dignas de ser conservadas para la historia. Habla de algunas frases atribuidas a Ángel María de Lera, quien se permita conceptos ofensivos y erróneos relativos al Sindicato Nacional de Escritores Españoles.
Con el fin de ofrecer conocimiento exhaustivo y concreto de cuanto muchos lectores ignoran, creo necesario aclarar conceptos dignos de ser tenidos en cuenta. Se da la circunstancia de que todas las Agrupaciones provinciales de la Entidad referida en la entrevista de Prensa, es decir, de la Agrupación Sindical de Escritores Españoles, actuaban con libertad plena de manera descentralizada. Eran lo que sus afiliados y fundadores querían que fueran. Sospecho que cuanto digo pudiera ser tenido como prueba rotunda de "silencio y sumisión al poder constituido. Frases de Lera.
Señor Lera, agradecería a usted una ilustración concisa, objetiva, y veraz, respecto al mundo sindicalista de más de cuarenta años a esta parte. Sabría que ciertas entidades sindicales con fondos propios conformaban el sindicalismo horizontal de su tiempo. Sus decisiones no podían comprometer el patrimonio de lo que usted denomina "poder constituido". Ignoro si la afirmación dicha es consecuencia de sus talentos intelectuales universitarios en la carrera de Derecho, o como doctorado en Ciencias Políticas o Económicas, o consecuencia de sus experiencias como viajero en otros países.
Aprovechar algunas circunstancias en la coyuntura política de entonces, estoy haciendo referencia a la época que denomina "poder constituido"; para hacer pan con el trigo antes plantado, diría un pan escaso, no califican valores intelectuales acusados. Viene esto a colación como respuesta a sus palabras acusadoras; usted que está en esa ingravidez que proporciona la verdad absoluta, "...sin haber intentado nunca nada a favor de los escritores, sin haber colaborado si quiera a la creación de una mutualidad de escritores". Parca actitud de miras seguir rememorando glorias pasadas conseguidas a medias. ¿Esto es todo lo que usted hizo por los escritores?
La Agrupación Sindical, "ese residuo verticalista" del que me obliga usted a hablar, antes de sus inicios en andaduras literarias y sociales, había conseguido obligar al "poder constituido" a que se incoara un Expediente en la Dirección General de Mutualidades Laborales, dependiente del Ministerio de Trabajo, consecuencia de un estudio elevado al Señor Ministro con el fin de exigir derechos a las prestaciones necesarias de previsión, tanto para los escritores, como también en beneficio de los trabajadores autónomos de la Industria y el Comercio. La copia que acompaño, junto con otra que corresponde a un recorte de Prensa del diario ABC, sábado 14.11.59, pág. 65, son elocuentes.
Ocurrió que mucho después llegó usted, y en el Club de Pueblo, diario del "verticalismo", durante "el poder constituido", acompañado de un Presidente verticalista del Sindicato del Papel, Prensa y Artes Gráficas, que con tanta saña critica, en tiempos de Franco, no tuvo ningún reparo en ocupar el escaño de hispano parlante en un organismo autónomo del "poder constituido", y desde allí, recoger el trigo sembrado. Lástima que su pan tan generosamente brindado no fuera suficiente para dar alimento a todos los escritores de España. En mi opinión no fue bien amasado, prueba de esto, es que usted hoy no preside la Mutualidad de Escritores de Libros, porque obediente al "poder constituido", no ha querido defender, o no ha podido, una Mutualidad que tanto glorifica y considera como la revolución social de nuestros días.
"El poder constituido" actual le invitó a salir de su cargo franquista, por considerar que dicha Mutualidad es incapaz actuarialmente hablando de pervivir por si misma, semejante a ciertos mellizos intrauterinos que la cirugía separa con animo de favorecer su vida. Señor Lera, usted agostó una posibilidad en favor de todos los escritores, y tengo la esperanza que dicho apéndice mutualista se pueda integrar en las Mutualidades Autónomos, o en la Seguridad Social, como gestionará este Sindicato, manera única de seguir existiendo dentro del sistema de Previsión.
Se continuara en el próximo informe.
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