Repito: ¿Tanto corrompen estos contrarios anti-sistema? Sí, aún cuando mucho no se lo creen. Nosotros los encuadraremos bajo titulo de "sistemas subversivos". Son culpables de los desordenes sociales y crisis económicas de hace más de doscientos años. Sus fines ocultos, son muy distintos a los dados a conocer. Hay documentos y hechos suficientes para entender y comprobar su existencia.
Disponen de medios mucho más numerosos de lo que pudieran ustedes imaginar. Ya dieron pruebas durante el periodo del Humanismo, el Renacimiento y el de los enciclopedistas. En casi la mayor parte de las revoluciones, como la Francesa, Rusa y Española, estuvieron presentes.
El lazo subversivo que une a estos anti-sistema tiene connotaciones esotéricas, y atenta contra todo signo de equilibrio económico, racional y de Derecho. Lo hace así, porque sabe el poder que contiene toda creencia religiosa que mantenga fe y propague sus creencias. Por tanto, trata de combatir la unidad opuesta a toda dispersión de orden conocido. De manera que sea más fácil desviar criterios generales arraigados en lo más íntimo de nosotros. Para ello utilizan toda clase de propósitos: desde la corrupción, hasta elucubrar ideales engañosos adornados con sofismas y argucias sobre economía, capaces de hacer creer que ellos poseen la clave para devolver el equilibrio necesario y acabar con la restricción dineraria existente.
F. Engels, aconsejaba utilizar este sistema de destrucción del orden burgués establecido, para impulsar e imponer otro orden nuevo basado en el idealismo de Karl Marx. Lo mismo hizo el Nacional Socialismo, como todos aquellos radicales políticos y falsos cristos que pretenden implantar sus criterios propios, o venidos de propósitos inconfesables. Decía: "No se podrán aplicar todas estas medidas a la vez, naturalmente. Pero cada una trae como consecuencia la siguiente después de ella. Una vez hecho el primer ataque a la propiedad privada, el proletariado se verá obligado a continuar..."
Por eso la Revolución Francesa fue en su origen una revolución económica de clases, tanto de formas capitalistas, como entre el capital inmobiliario y el mobiliario; el capital industrial y el que procedía de rentas. De un lado, la supresión de la Nobleza, y de otro, el poder revolucionario que impulsó el proletariado. Todos, de una manera u otra, hicieron surgir el capital agiotista que llegó impuesto por la burguesía, en tanto que los trabajadores menos dotados economicamente, fueron sobre cargados de impuestos. Total, como siempre. Aquellos políticos que ocuparon el poder, algunos, cayeron seducidos por la corrupción manejada con habilidad para despertar su ambición, avaricia, y deseos de poder. De manera que la guillotina hizo horas extraordinarias de trabajo.
No en vano los intereses contrapuestos enfrentan voluntades distintas, que tratan de socavar la capacidad política de los contrarios. Incluso, entre correligionarios de un mismo gobierno, o un mismo partido.
Manuel Azaña decía del Presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, casi lo mismo que él de Azaña: "PRESIDENCIALISMO BASTARDO".
La revolución liberal del siglo XIX, no fue causada por la burguesía como se ha dicho, sino por la coalición socialista republicana que fue el proyecto político de Azaña. Aún que antes, el año que corresponde al habido entre el 22 de julio de 1932, y el 26 de agosto de 1936, se produjo el golpe de Estado del General Sanjurjo; el Estatuto de Autonomía de Cataluña; y la Ley de Reforma Agraria de Casas Viejas. Problemas removidos por intereses que se ocuparon y preocuparon de ahogar a la República en su mismo caldo de cultivo.
No han dejado los anti-sistema sus intentos internacionales egoístas de dominio, a través de las mil caras distintas que poseen. Buena prueba, son los falsos cristos que aparecen en los panoramas políticos de las naciones vendiendo mercancía caducadas. Por eso, una de sus caras biliosas, es el terrorismo, sea utilizando creencias religiosas como arma, o el crimen, la insurrección y el ataque a los derechos humanos.
El 15 de octubre de 1985, Willan H. Weebster, Director del Bureau Federal of Investigación, F.B.I., lo expresó de esta manera: "Detrás de toda retórica política que se nos lanza desde el extranjero, estamos sacando una verdad insoslayable; (el terrorismo es,) un crimen, desde cualquier punto de vista civilizado, que se comete contra gente inocente, lejos del escenario del conflicto político, y debe ser tratado como un crimen..."
Voltaire, a quien aludimos en el Informe anterior, fue un escritor francés que sustentó criterios filosóficos liberales. Dieron paso a las ideas de Engels y Karl Marx. Utilizaba este nombre como seudónimo para escribir y propagar sus ideas políticas de progresismo ilustrado. También se ocupó del profeta Mahoma, en su libro titulado, "Mahoma y el Fanatismo", que publicó en 1741. Como continuador de quienes pretenden irrumpir en los sistemas sociales y políticos establecidos, fue uno de los precursores de la Revolución Francesa. Su nombre era François Marie Arquet, quien hubiera estado en contra de los "contadores inteligente" como consecuencia de sus criticas implacables.

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