Todos estos mecanismos influyen en la economía de muchos modos, entre ellos adquisición de mercancías, producción y venta de modelos nuevos. Los Estados constituyen capitales monetarios poderosos, cuyos productos adquieren en mercados nacionales y extranjeros; el resto de cuantos no consume es aquel diverso destinado a la población. Razón por la que las tendencias separatista de los pueblos refundidos suelen ocasionar problemas graves a sus poblaciones, porque la nueva personalidad jurídica exige de sus ciudadanos sacrificios económicos extraordinarios.
Siempre los Estados, sin excepción, permanecen como personas entre el continente de sus poblaciones. Cualquier hecho de dudosa integridad jurídica puede poner en peligro esa fuerza coactiva legal que significa su soberanía: conflictos, revoluciones, guerras, cambios radicales de partidos políticos y golpes de estado comprometen la integridad y paz de los pueblos.
Los tesoros naturales que contienen los yacimientos son transformados por industrias productoras de cosas artificiales, que son aquellas de las que estamos hablando, y no puede producir la Naturaleza por si misma. De manera que el maquinismo, es cierto que proporciona adelantos nuevos, disfrutes diversos, y ahorro de esfuerzos, que después consume de manera intransigente a costa de bienes íntimos, humanísticos y deleitosos.
¿Donde esa laxitud de horas agradables de los sentidos, sosegadas, radiantes por su esplendor, plenas de recuerdos pasados y actuales? ¿Donde los tiempos perdidos entre asombros de fenómenos simples, naturales y humanos, que inducen a entender lo más sublime de nuestro entorno? ¿Donde se perdió la frase última, casi sin voz, que no pudimos o no quisimos pronunciar por temor absurdo de ser considerados ridículos? ¿Donde el mensaje genuino que nos envía la Naturaleza?
Devorados todos por las fauces del progreso, en cuyo mar intransigente navegan los capitales de sus industrias acumulando millones, a cambio indiscriminado de nuestras haciendas y el transcurrir pautado que nos brindó la Naturaleza.
¿Quien desobedece hoy esa orden exigente que nos envía el teléfono móvil o el ordenador mandando con autoridad castrense dejarlo todo para hacer tal o cual cosa? ¡Ande y corra, no interrumpa su manejo, cumpla lo advertido por aquel trasto! "¡Si tú me dices ven, lo dejo todo!"
Aquel trasto ha robado nuestra libertad, así de simple a primera vista. ¿No es lo dicho,- aunque me halla excedido,- parte de la verdad? La información penetra en la persona de muchas formas. Por razón de su trabajo, como terminal del mensaje que impacta en su psíquis. Información, formación, o deformación que el maquinismo puede producir: Computadoras, incluyendo las selectivas clínicas y de diagnostico. Ordenadores de datos con memorias de burbujas magnéticas; registradoras o archivadoras. Máquinas para el cálculo o la estampación; calibradoras, computadoras de tiempos, perforadoras, servomecanismos, soldadoras, generadores, antenas de radares, y telefonía móvil. Las centrales de energía nuclear, y cuanto aún nos construirá la Robotica. Fuentes de datos por ondas electromagnéticas que nos circunda, e incide de manera continua y permanente. Tiene percusión activa en cuanto es que ilustra nuestras zonas sensorias intelectuales. Influirá sobre el carácter y el temperamento. Sus consecuencias serán transmitidas por inmanencia sin que el individuo ni el cuerpo social puedan intervenir en contrario.
He ahí el monstruo industrial, ahora imprescindible, que está dominando la libertad intrínseca que nos ha sido dada. Un paso más hacia delante y estaremos inermes ante la invasión absoluta de nuestra intimidad. ¿Estos impactos pueden atravesar umbrales biológicos de protección? Pregunta que viene haciendo parte de la humanidad como consecuencia de la multiplicación de cánceres y enfermedades distintas que están sucediendo.
Algunos ecologistas no conciben que los Comisarios del Mercado Común Europeo no intervengan para prohibir la invasión de nuestra intimidad psíquica y biológica. ¿Donde el Tribunal de Derechos Humanos? ¿Por qué no intervine de Oficio? ¿Donde el Organismo Mundial de la Salud? ¿Se puede certificar de manera fehaciente que la acción de campos magnéticos procedentes de generadores distintos no suman sus efectos por repetición continua? ¿No existe un exceso de radiaciones, o es que solo contaminan los gases y el sonido? ¿También los contadores, mal llamados "inteligentes," que van ahorrar gastos a las compañías multinacionales?
Que recuerde, el ser humano puede recibir hasta 33 Rem. de radiaciones en el año sin generar enfermedades graves. Sobre esta medida aproximada se ignora parte de lo que puede suceder. Se sabe que las ondas magnéticas que se pueden medir con los los osciloscopios, tienen errores de barrido y de lectura. Como quiera que osciloscopios determinados han sido integrados en estos contadores, entra dentro de lo posible que el consumo que se nos adjudique no sea exácto y menos a nuestro favor. Estén dentro, o estén fuera del contador, el hecho posible es que su lectura no coincida con el consumo que nos corresponda, en tanto que las ondas de dichas se sumarán a las muchas excesivas que exuisten.
Las radiaciones afectan a los organismo biológicos según su longitud de ondas frencuencías, y características. Cuando su incidencia supera los índices de umbrales biológicos pueden penetrar y desordenar el equilibrio de órganos internos. Culpables, el vertido de residuos contaminantes e irradiación de generadores usados por la industria que produzcan rayos gamma, beta, infrarrojos, y ultravioleta. No se trata de un mito creado por fantasía excesiva, sino de posibilidades objetivas. El estado óptimo de salud está determinado por índices de equilibrio y mensajes que emiten nuestros órganos y llegan hasta la corteza cerebral mediante energía electrobiológica. Mensajes correspondiente a dicha estabilidad que el generador de impulsos de nuestro cerebro procesa.
Sistema de actividad simétrica capaz de interpretar mensajes agresivos y enviar respuestas codificadas correctoras o señales de advertencia. Laboratorios de la "Queen`s University de Canadá" que se relacionaron con estudios e investigaciones de la voluntad, demostraron que esta puede alterar neuronas medulares motoras diferenciadas. Partiendo de estos principios, el Pro. Basamajian , descubrió la electromiografía. Sus investigaciones fueron expuestas en un texto editado el año 1962 con el título "Muclaes Alivie: their Fuctións revealadby Electromyography, (Willíans Wilkins, Baltimore Ballière, Tidall S Cox. Londres).
¿Si la voluntad puede alterar los movimientos musculares, qué
no podrán hacer tantos aparatos generando ondas electromagnéticas? Según investigasciones realizadas por el Pof. Dr. en medicina y Rector de la Universidad Libre de Humanidades de la República Argentina, a la que me honra pertenecer, el "impacto emocional" es causa de cáncer. En su libro títulado "Teoría de la Personalidad Integral," que me fue dedicado, explica los efectos de dicho impacto emocional.
Asuntos en general que nos vienen dados e impuestos por nuestro ritmo de vida que tantos traumas psíquicos y evasiones de conciencia producen. Unos, por acción de causas externas y otros, como consecuencia de omisiones o debilidades de la virtudes humanas. Virtudes que pueden engendrar derechos subjetivos. Ocurre que las Constituciones políticas no reconocen todos los derechos subjetivos, ni los Gobiernos se prestan para que sean codificados.
Entre las codificadas imponen su egemonía las corporales y por tanto resulta tan ambivalente el proceso económico de los Estados y el de sus ciudadanos, donde irrumpen ingerencias de poderes ocultos capaces de alterar el proceso de equidad y de justicia.
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