Sindicato N.E.E. Informes Presidente

martes, 26 de abril de 2016

SINDICATO NACIONAL DE ESCRITORES ESPAÑOLES. INFORME DE LA PRESIDENCIA, Madrid,26.4.2016




BIBLIOGRAFIA. (Sigue): Juan Perez de Vargas: "Nobiliario.".- Juan Francisco de Hita: "Linajes y Blasones.".- G. Parrinder: From Acient History to the Present, 1983.- J. B. Pritchad: Ancioent Near Eastern Text Relating to the Old Testament, 1969.- Henry M. Morris: The Génesis Flood.- Irwing H. Linton: A Lawyer Examines the Biblie.- Bruno Bettelheim (superviviente de los capos de exterminio Nazi , Dachau y Buschenwald): The Informed Heart.

Veinte o treinta años atrás se podría admitir que la globalización económica europea parecía tener alguna intención de éxito, pero siempre existió el fantasma de la duda. Porque a mayor globalización, menor interés humanitario para situaciones precarias económicas donde los gobiernos siempre les apeteció creer que carecían de responsabilidad. Postura esta muy del gusto de quienes aún suponen que la igualdad en la participación de los bines generales, se corresponde solo con la aportación dineraria de la sociedad general que trabaja.

A primera vista, parece lógico, sobre todo desde un punto superficial donde tiene cabida nada más el sentido materialista de la sociedad. Pero una sociedad equilibrada en su economía, es una sociedad que no puede dejar de lado sus obligaciones con todos los miembros que la integran. Suponer que la cultura solo está referida a leer el Quijote de Don Miguel de Cervantes, y algunos textos más, es ocultar la cabeza bajo el ala imitando al avestruz.

Los gobiernos fueron y son, en este aspecto, avestruces de rango administrativo que tienen deber de usar, de la mejor manera posible, los ingresos del dinero público. Porque en cuanto se trata de defender una postura económica tradicional, aún estando errada, siempre encontraran argumentos materialistas para ascender hasta la cima de la deshumanización. Hedonismo económico al que acceden con gran facilidad. Pero he aquí que existe otra versión sobre sus obligaciones consecuentes con las mismas.

Hay una cultura económica derivada de esa igualdad en el Derecho que los políticos actuales no dejan de repetir, y en la que los gobiernos no conciben, como es debido, participación en ella a quienes por circunstancias graves humanitarias, o de fuerza mayor, no les fue posible acceder a un puesto de trabajo. Este derecho de participación en los bienes generales no constituye elucubración que deba ser entendida a la manera del "hombre dimensional," según Herbert Marcjuse; ni nihilismo; ni misticismo; ni tampoco ruptura cultural económica tradicional establecida; se trata de un "Hecho de Derecho", que es sólo hecho, porque los gobiernos olvidan otras obligaciones. 

Es decir, que quienes no entran en esa supuesta igualdad, que resulta ser desigualdad, serán pobres de solemnidad que morirán sin que el gobierno de turno se conmueva un ápice y cumpla con esta su obligación mayor, por ser además moral. ¿Significa que quienes no se bautizan, no se salvan? ¿Qué quienes no aportan a la Seguridad Social deben morir de hambre, frío y demás lacras, arrojados a empellones por los que amamantan el sentido de igualdad; o de, igual- da? 

Vean ustedes lo que creen muchos seres humanos, cristianos de otras religiones, que votan en elecciones para nombrar gobiernos, acerca del bautismo, y aplíquenlo a eso de la igual-da; Recurrimos al libro de " Mormón": "Escucha las palabras de Cristo, tu Redentor, tu Señor y tu Dios: He aquí, vine al mundo no para llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores; los "sanos no necesitan de médico sino los que están enfermos; por tanto, los niños pequeños son "sanos, porque son incapaces de cometer pecado; por tanto, la maldición de Adán les es quitada en mí, de modo que no tiene poder sobre ellos;..." (Pág. 634:8).

¿Que piensan estos cristianos y otros también; agnósticos y no creyentes, de tanto materialismo y aplicación escasa de deberes con los demás? Porque es responsabilidad de los gobiernos resolver problemas de los ciudadanos, y más aquellos cruciales imperativos. Nos acercamos a las páginas del libro "El Nihilismo" de Nietzsche, y leemos en la página 43 con referencia a la hipótesis moral cristiana y su aportación al hombre, este criterio rotundo:

"3. Afirmó en el hombre un saber para los valores absolutos y le dio con ello un conocimiento adecuado, para precisamente, lo más importante." ¿Y que es lo más importante en este caso? ¿La igualdad y prestación por parte del Estado para quienes cotizan, porque pueden, a la Seguridad Social; o la de aquellos que la fatalidad y el destino dejó sin trabajo, o no lo tuvieron nunca por fuerza mayor? ¿No somos todos iguales ante el Derecho, o solo ante la Ley que interesa al Estado? También entran en sus obligaciones atender las necesidades objetivo-subjetivas surgidas por imposición y no capricho de sus ciudadanos.

Desde hace siglos, los gobiernos no han abordado su deber con esta obligación, y la pobreza ha crecido en todos los estados del mundo. Pobreza que además es también consecuencia de latrocinios y desmanes de los miembros políticos dentro y fuera del poder. Incluso, el interés legal de las Haciendas Públicas se ha convertido en una fabrica para producir pobres. Veamos con este ejemplo simple el por qué, y el cómo:

Un salario mínimo: el perceptor posee una vivienda en propiedad. Lo que significa obligación económica para con los bienes comunes: pago mensual de dicha comunidad horizontal. Añadan ustedes gastos esenciales de luz (con independencia de los contadores inteligentes autorizados por el señor Soría, ex-ministro de Industria. Estos contadores que cuentan el gasto real de fluido eléctrico que usted consume, gracias a que las compañías administradoras son tan estrictas, que no quieren que usted pague más fluido del que gasta, y por eso dedican un montón de millones para hacerle la vida más agradable y económica). Adicionamos gastos imprescindibles: agua, comida, vestido, y si le queda algo, que no creo, corte de pelo al rape, cero, o lucir coleta, que es un ahorro a la vista.

¡No hemos terminado! porque si tuvo la desgracia de tener un vehículo heredado de sus padres, como el inmueble, entonces; y aquí entran en acción obligaciones impuestas por los fabricantes de pobres: pago por heredar a sus mayores, que incluyen los conceptos siguientes: Si quien murió lo hizo abintestato, es decir, sin testamento notarial, tiene que acudir a él como palomo al comedero. Pagar un Acta de Notoriedad y personarse en Hacienda, (si no precisa de abogado para rellenar los impresos exigidos, porque usted entiende,  se ahorrará este gasto), pagar, si así le corresponde, que casi siempre le corresponderá, el Impuesto, impuesto.

Además hay obligación con Hacienda Municipal: pagar otra vez las plusvalías del inmueble heredado, que ya pagaron sus padres, y tantas veces como herederos hereden los bienes dichos, si así se deben llamar. Pero volvamos al inmueble: queda por pagar todos los años el IBI, Impuesto de Bienes Inmuebles, sometido a revisión cuando el poder de los gobiernos así lo especifican.

 ¡Y sube, y sube todos los años, sin  termino alguno! Tampoco tienen término el pago de los caballitos del vehículo heredado si usted decide usarlo para trasladarse de su casa al lugar donde trabaja en otra localidad. ¿Cómo salir del atolladero causado por tantos bienes, convertidos en  males, por la prestidigitación de los gobiernos? ¡Reducir gastos! ¿Cómo....? ¡Muy sencillo, mande el vehículo a la chatarra, y venda la casa! ¡Le habrán proporcionado la libertad mayor posible que pueda dar Constitución Democrática alguna! ¡Vivirá en la calle, y así, tendremos un pobre más! ¿O, no?


¿Pero quien no alaba a los políticos cuando suben salarios y pensiones? ¡Cuando es posible lo hacen! ¿Qué la vida sube un 3 % en todo; es decir, por unidad de bienes y servicios, lo que no resulta ya tan barato? ¿Y, qué? Pues entonces al salario mínimo le aumentan ese consto de la vida que es igual para todos los salarios y pensiones. ¡No hay que romper nunca la igualdad consagrada! ¡Háganlo, y verán que desigualdad más igual para los menos pudientes.

¿Qué pasaría si las prestaciones calculadas para un salario económico mínimo subieran hasta el correspondiente  actual y superior al medio, reduciendo a su vez latrocinios políticos, diputados en 17 autonomías, concejales en municipios, despilfarros innecesarios, subvenciones a sindicatos, -quienes las reciban- sueldos excesivos de miembros del gobierno, y otras zarandajas desiguales,  con el fin  de ajustar mejor la legalidad moral  de Derecho?

¡Pues de momento, los sueldos y pensiones mínimas hasta la media propuesta, no cobrarían sólo dos euros escasos, que ni siquiera sirven para untar en el pan margarina! ¿No es lógico que el Estado y sus gobiernos igualen desde abajo hacía arriba salarios y pensiones en vez hacía abajo? ¡A esto se llama igualar, lo otro, es derruir, fabricar pobres! ¿Quieren solo gobernar para sus "faltriqueras" y les importa un "cuerno" los maltratados por falta de medios económicos, o qué...?

¡Cuando una Constitución no se escucha en su discurso legitimo de derecho público moral, la igualdad queda en manos de sus actores ejecutivos; o se contempla así misma, como si de un sueño se tratara. Y esto, no es igualdad económica; ni libertad en el Derecho, ni para el Derecho; es algo "aperse". En primo visu, parece irrealizable nuestra sugerencia, pero sepan que a lo mejor lo es, todo depende sí quieran o no los gobiernos. 

¿De verdad creen ustedes hoy, que los partidos políticos llegados al poder con las mismas teorías ensayadas durante siglos, que han llevado al mundo a las catástrofes criminales en que se encuentra, van  hacer que tantos todos esenciales, e imprescindibles, salgan de la chistera del mago? ¡Si así lo creen, esta Presidencia ha perdido su tiempo investigando documentos históricos y  psicología social  en otro planeta!

Entre tanto, los políticos de hoy, pierden el tiempo que cobran, como decía en la República última Manuel Azaña: "...emplearemos seis días en lo que cualquier Parlamento del mundo hubieran substanciado en un a sesión. ¡Como si no hubiera nada que hacer!" ( Sus memorias, pág. 372)

¡A lo peor, el mal causado ya no tiene remedio!

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