Hay quienes niegan cuanto no procede de la razón, y afirman que la ciencia ha demostrado que no existe causa sobrenatural en la creación del Universo. Por tanto, las profecías sobre el fin del estado de cosas no pueden ser ciertas. De manera semejante, y siguiendo el mismo criterio, tendríamos que negar la existencia de todo lo conocido hasta ahora, porque tanto la ciencia como la filosofía, en términos generales, no puede establecer en todo valores absolutos. La supremacía de la materia sobre aquello que nos es desconocido, -una de tantas maneras como podríamos definir las cosas visibles,- no solo es cuasi desconocida por estar en función de otras circunstancias físicas, sino que tiene relatividad similar al principio que inspira el arte, la estética y la belleza del mundo de las cosas.
La creación literaria es arte, y hubo un tiempo en que la política, como la medicina, fueron consideradas también un arte, porque tanto la una, como la otra, estuvieron y están dentro de la ley de probabilidades. Karl Marx, por ejemplo, y los promotores del proyecto socialista político, no inventaron nada nuevo. Sus anhelos de cambio estaban descubiertos también por otros. Como la poesía y la prosa poética.
Mi experiencia sobre la misma me indujo a satisfacer esta necesidad de expresión introduciendo algunos cambios en la forma y en el estilo, que como dije, denominé "Poemas hablados". pretendiendo conseguir sencillez, armonía, elegancia en la expresión, sensibilidad y belleza. Presupuestos difíciles de conseguir cuya posibilidad juzgarán otros. Ahora bien, el lenguaje necesario para la prosa poética en la época Omeya, como en cualquiera otra, tiene necesariamente que proceder de la inspiración, y no solo del ordenamiento de las palabras como elementos físicos.
Antes los omeyas en España tradujeron al idioma árabe muchos textos griegos, tanto científicos como literarios y filosóficos, iniciados por los escritores al-Mubasir y Mujtar al-hitkan, seguidos por el poeta, wa-mahasin al-Kalin. Entonces la prosa rimada tuvo apoyo gracias al interés manifestado por Abu Muhamad a-Hariri, au-tor de 5O maqamat (1054-1122)..
Desde la novela picaresca de al-Hariri, Edad Media islámica, hasta la prosa poética posterior extendida por todo el Andalus y Asía, el arte, la literatura, e iluminación de libros y códices fueron parte destacada de la cultura, cuyos valores poéticos cultivaron autores ilustres, como el poeta místico de Persía, Shams ad-Din Muhamad Hafid, cuyas obras fueron iluminadas por el Sultán Muhamad. También Muhamad Ilyas ibn Yusuf Nizami, autor de cinco poemas épicos que glosaron la historia de amor del rey Husran y Sirin.
El sentimentalismo románico que contiene la literatura saránida fue incorporado a la prosa poética. Waklter Burley, filósofo, afirmaba, que el entendimiento recibe percepciones inteligibles procedentes del alma. Expresó: "...es necesario afirmar la existencia de otra realidad activa, y esto no está separado de nuestra alma". Abu Muhamed al-Qasin, perfeccionó este genero literario en Bagdad, y en aquel tiempo, allá por los años 750-1258, esta ciudad era capital política y cultural de Arabia.
Córdoba, capital del califato, siglo X, fue ciudad muy importante internacional para el comercio y foco de cultura. A la muerte del califa ascendió al trono su hijo Hisham II, de once años de edad. Al-Musifi, fue amigo del general Abu Amir Muhammad, conocido a través de los romances con el sobrenombre de Al-Mansur Billah, Almanzor, (Victorioso por Gracia de Dios). Ambos iniciaron un periodo bélico cuyas consecuencias dividieron "El Andalus" en reinos insurrectos llamados"taifah". Al rededor de los reyes taifas siempre hubo escritores y poetas que mantuvieron la cultura con libertad de expresión absoluta.
Se comprende que el materialismo, y algunos de sus divulgadores, aconsejaran dar apariencia de fe a sus principios, de manera que la sociedad internacional aceptara de buen grado este pensamiento seudo científico. Cierto que el clasicismo tenía que renovar sus maneras sociales y abrir los brazos a la revolución industrial que venía de la mano del progreso y la técnica: Poúl Hazard, y Voltaire debieron entenderlo así, porque aquellos cambios llegaban en brazos del capitalismo.
No creamos que las organizaciones secretas han sido solo culpables de errores, desafueros, y crímenes, han recogido tendencias de la sociedad humana para utilidad propia. Han hecho uso de sus dudas, errores, y egoísmos, para derruir columnas morales donde se asentaba el porvenir de justicia y equidad social de la humanidad. Ni en Asía, ni en los montes de Pamir, ni en los valles del Oxus, el espíritu de aquellos primeros pueblos tuvieron paz, y justicia duradera. Ni los Persas, ni los Indos;aunque convivieron juntos.
Desde el año 2.370-2275 a. de J.C., se sucedieron pueblos Lubitas, Gutitas, Elamitas, Sumerios, Arcadios, Casitas y Ario-Persas. Todos repitieron el crimen de Caín: guerras, e invasiones. En el siglo XVI, sobre la dinastía Saíta de Egipto gravitó este estigma endémico. Desde Balasar, hasta Filipo II de Macedonia (359), hubo continuas luchas territoriales y políticas: los oprimidos, sufrieron de sus vencedores las atrocidades y desgracias de guerras, como las de Ciro rey de los Persas; la acometividad de Darío I; el asesinato del rey Jerjes; las revueltas de los sátrapas; y las campañas bélicas de Alejandro Magno en Asía Menor. !Todas una delicia¡
Irrumpió en el pensamiento político, con él y junto a sus criterios, una nueva especie de filosofía, venida de los templos sagrados del saber, y asistida por el cariño y divulgación de las ordenes secretas: el Racionalismo, Tomismo, y después, el Esistencialismo. Sus teorías asentadas por tres ideas concretas: "libre emisión del pensamiento y actividad humana, y sustitución de Dios por el hombre".

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