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lunes, 20 de abril de 2015

SINDICATO NACIONAL DE ESCRITORES ESPAÑOLES.INFORME DE LA PRESIDENCIA. MADRID 20.4.2015


En el siglo XI, los prusianos castigaron con la muerte de  San Alberto al Apóstol de cristianismo por haber cambiado el culto pagano. Entonces los reyes de Polonia invadieron el país para vengar el crimen, aún cuando sus intenciones preferentes eran anexionarse otros territorios. Borislao I, comenzó por desbastar las ciudades, y a principios del siglo XII Waldomero, de origen celta, rey de Dinamarca, enarbolando la Bandera de la Santa Cruz, sometió una parte de Lituania, y de la Prusia. Con el paso del tiempo, los prusianos adquirieron más poder militar, e iniciaron incursiones en territorio polaco. Para dominar al ejército contrario el rey llamó a la Orden de los Caballeros Teutones, quienes a su vez utilizaron a otra Orden llamada "Porta-Espada" y esta invadió Curlandia y  parte de la Livonia que el rey Waldomero no pudo defender.

Al mando de la Orden de Caballeros Teutones estaba Nermann de Balck, quien estableció su sede en la Ciudad de Thorn (1230). La guerra que comenzó tuvo una duración de cincuenta y tres años y terminó con la conquista de Prusia. De manera que la intervención estratégica del Priorato de Sion fue favoreciendo sus proyectos.

En 1309 el Gran Maestre de la Orden Teutónica se estableció en Marenburgo y desde allí fue estableciendo estados provinciales denominados Dietas. Eran en realidad soberanías de la Orden. Muchos prusianos que habían sido sometidos, y otros recibidos en calidad de miembros, por ser caballeros bautizados, solicitaron la intervención del rey Jeguellón de Polonia, y éste declaró la guerra a los Caballeros Teutones, a quienes derrotó en la batalla de Tannerberga (141O).

Entonces la Orden del Priorato de Sion designó a Enrique Raus nuevo Gran Maestre, y a Conrado Lezquez, Burgomaestre de Dantzick, reforzando a sus Caballeros militares. Fue causa del tratado de defensa que adoptaron los ciudadanos de Dantzick, Thorn y Elbing (1454). Pacto contrario a los intereses de los Caballeros Teutones, por lo que se produjo la sublevación de Prusia Occidental donde reinaba Casimiro IV. Esta contienda duró tres años y en 1466, firmaron la paz. Como consecuencia fue cedida Polonia a la Prusia Occidental con la denominación de Prusia Real, o Polaca.

Pasados seis años de acontecimientos bélicos la Orden Teutónica firmó otro tratado de paz llamado de Cracovia (1525), por orden del Priorato de Sion. Su objetivo era que su Maestre, Alberto de Brandemburgo, fuera reconocido heredero de Prusía, de tal manera que después el elector, Joaquín Federico, incorporara este Ducado a la Casa electoral de Brademburgo (1618).

La Orden del Priorato de Sión consiguió más tarde, por resolución del tratado de Wahlan (1525), tiempos de Federico Guillermo, que este Ducado fuera elevado al rango de Monarquía independiente. Su hijo y sucesor, Federico I (1700), tomó el título de autoridad propia, y mediante proclamación pública. Por este procedimiento el reino de Prusía se fundó con las posesiones de los caballeros Teutones. Pasaron a ser un Estado, del que también podía disponer la Orden del Priorato de Sion.

No terminó el proyecto general con esta nueva situación conseguida, fue principio de su desarrollo, porque Federico Guillermo, Monje Militar de la Orden Teutónica, y rey de Prusía, entregó el mando del Ejército a Leopoldo de Hanalt, discípulo de Eugenio de Saboya para fine de futuro.

Primislao I, rey de Bohemia, ordenó a los Caballeros Teutones la construcción de una fortaleza en Pregel, denominada Koenigsberga, con el fin de que en su castillo residieran los Grandes Maestros de la Orden Teutónica, lo cual hicieron durante setenta años (1457 a 1523).

También esta Orden del Priorato de Sion, encargó a la Teutónica fundar en Berlín otra Orden con el título de Orden de San Juan, y después Orden de los Caballeros de Cristo, con la Regla misma conque fundaron a los templarios (1202). Era entonces Gran Maestre el Obispo de Riga. Este Obispo los denominó Caballeros de la Espada, y tiempo más adelante, Caballeros de la Cruz.

De todos estos hechos no podemos más que obtener un razonamiento lógico: la "Orden de los Sabios de Sion" en la actualidad activa, tiene los propósitos mismos que tuvieron las otras fundadas por el Priorato de Sión y que coincide, hasta en el nombre, el lugar donde pretenden justificar que reinará el rey futuro del mundo. Sea cierto o no, estos "sabiondos" han fundamentado sus proyectos en la religión Judía.

¿Qué tal organización es de fundación judía, o quizás realizada por otros? Poco puede importar si el fin es el mismo, o parecido. Sobre todo, visto el daño económico actual ocasionado en Europa, y el paro desproporcionado que se ha producido.

Entre los años 1230 a 1346, invadieron Livonia y Curlandia. Waldemaro III, rey de Dinamarca les dio Estonia (1551), y el Gran Maestre Walterio de Plettemberg, compró la Soberanía que ejercía en Prusia el Gran Maestre de la Orden Teutónica. Por este contrato de compra-venta la Orden de Caballeros Porta-Espada se hizo independiente de la Teutónica, pero obedeciendo a la del Priorato de Sión.

En 1550, el Zar de Rusia, Iban Vasílievitch, intentó conquistar sus territorios, pero los habitantes de Pevart y de Nerva solicitaron la protección de Suecia, y el Gran Maestre Gotardo Kettlar, cedió Livania a los polacos renunciando al título de Gran Maestre, a cambio de ser reconocido Primer Duque de Kurlandia (1561). 

El Priorato de la Orden de Sion encargó al rey Balduino, hermano de Godofredo de Bullón, la conquista de Armenía, con el propósito de adquirir Edesa que estaba construida sobre las ruinas de Ur, capital de Babilonia. Territorio del que partió  Abrahan para residir en Haran.

Por tanto es obvio admitir, que la "Orden de los Sabios de Sión", ha sido creada por la del "Priorato" del mismo nombre, y tiene igual Regla secreta que obedecer. ¿Qué dijeron estos sabios en sus Capítulos que coincidan con lo que está sucediendo en la actualidad?

¿Y, los dirigentes políticos, que tenían razones suficientes para conocer lo que estaba ocurriendo?  Ford expresó: "El judaísmo apoyado principalmente en el empleo sagaz de la fórmula hondamente sabia del "divide y vencerás", ha llevado a cabo gran parte de su obra tendente a dominar el mundo entero. No solo cada pueblo ha sido convertido en enemigo de los otros sino que también los pueblos han tenido que luchar ferozmente contra si y sacrificar por el objetivo de dominio económico del judío, millones de seres humanos en la flor de la vida. La Gran Guerra ha causado más muertos que seres de raza judía hay entre los pobladores de la Tierra".

Lenin proclamó: "Contra los cuerpos, la violencia; contra las almas, la mentira". "La religión es el opio de los pueblos".

Stalin, en su libro titulado, "EL PROBLEMA DEL LENÍNISMO", expresó: "Su revolución sobrepasará las fronteras de Rusia porque su objetivo es la revolución mundial".

Cohen, judío, escribió en el periódico, "EL COMUNISTA", (1919): "Puede decirse sin exageración que la gran revuelta social rusa fue realizada por manos judías".

El libro titulado, " REVOLUCIÓN RUSA", fue sufragado económicamente por hebreos dirigentes de la Banca neoyorquina, como "Loeb y Cia.". Eran judíos los revolucionarios rusos, Lenin, León Trostki, Kevensky, y Belakun.. Para más detalles, después de la revolución volchevíky (1917), se exigió en Rusia el idioma hebreo en las escuelas.

¿Pero que dicen en sus Protocolos lo Sabios de Sion? "Cuando lleguemos al poder borraremos la palabra libertad del Diccionario"."...la honestidad y la sinceridad son vicios". "...al formular nuestros planes, debemos considerar lo ventajoso para nosotros, antes que lo bueno y lo moral". "El mal es el único medio para llegar al bien sin retroceder ante la corrupción, el engaño y la traición". "La plebe cree ciegamente en las palabras impresas y en las ilusiones erradas oportunamente inspiradas por nosotros".

En el Protocolo IX, dicen: "Las demostraciones antisemitas nos resultan útiles para mantener el orden entre nuestro hermanos menores". "Tenemos una ambición sin límites, una codicia devoradora, un despiadado deseo de venganza y un odio intenso. Somos fuentes de un terror que ejerce su influencia a gran distancia". "Hemos engañado, y corrompido, a la nueva generación de los gentiles, enseñándoles principios y teorías cuya falsedad absoluta conocíamos, si bien las hemos inculcado con asidua atención".

Palabras todas que tienen tono prosaico excesivo para transcribirlas en un Protocolo, al menos de que se pretenda causar una impresión inmediata dando ejemplo de aquellos conceptos que deben tener presentes siempre para los iniciados. 

En el Protocolo XXII, manifiesta: "El prestigio de nuestro poder será tan grande, que se hará acreedor de la adoración mística y la sumisión de todas las naciones. Un verdadero poder no se doblega ante ningún derecho, ni siquiera ante el derecho de Dios".

Enrique Ford, en su obra "EL JUDÍO INTERNACIONAL", afirmó que los dirigentes bolcheviques, como Jacobo Schiff, que fue directos de la Casa bancaria Khun y Cia. eran judíos y los asesinatos del Zar Nicolás Romanoff y su familia, fueron cometidos por cinco diputados rusos que eran también judíos.

No cabe duda que para poder llegar a dominar el mundo a lo largo del tiempo, sería necesario introducir en la sociedad política y en los estratos sociales de todos los países, tal desconcierto y descontrol, que aquellos conocimientos adquiridos durante siglos de evolución cultural fueran sustituidos, de manera lenta, por conceptos diferentes o contrarios. Lo cual está sucediendo en muchos aspectos de la vida común.

En una supuesta investigación para confirmar o negar la verdad de los Protocolos", alguien dijo haber descubierto su falsedad. Lo que dejaría perplejos a los investigadores anteriores, e incomprendidos multitud de hechos históricos. Dicha investigación sobre estos Protocolos considera a los mismos fraude, porque "fue obra de los Servicios secretos zaristas" para desacreditar a los bolcheviques: en este caso olvidaron incluir datos comprobables de los documento clasificados que deberán poseer los Servicios Secretos zaristas y los actuales, si tal hecho fuera cierto. También olvidaron datos comprobables de aquellos documentos clasificados que lo demuestran y poseerían los Servicios Secretos zaristas y actuales. Lo cual tampoco sería prueba de veracidad, por cuanto dicha afirmación podría ser obra de los Judíos a quienes se les atribuye ser autores de los Protocolos.

Cosa distinta es afirmar que el pueblo judío en su condición de pueblo, hoy Estado, es quien ha creado la Orden del Priorato de Sion y ésta es autora de los Protocolas, lo que hasta ahora nadie ha dicho. Recuerden que fue Cohen quien afirmó en  en la publicaión citada en este Informe, que en la revolución Bolchevike (1917), estuvo en manos judías.

Cualquier escrutinio que se hiciera sobre los fundamentos que afirman haber descubierto fraude en achacar los "Protocolos de los Sabios de Sion" a los judíos, descubrirán en seguida dos aspectos dignos de ser tenidos en mucha consideración:       









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