SINDICATO NACIONAL DE ESCRITORES ESPAÑOLES. INFORMES DE LA PRESIDENCIA. MADRID,

                                    - III -

No pretende esta Presidencia escribir una Historia Universal, sino atestiguar con hechos los errores tácticos y estratégicos de los gobiernos cuando estos han sido realizados contra el derecho de otros. Lo haremos según el recuerdo nos dicte que significa no seguir el orden causal de los hechos, pero quizás así sea más variada su narración. A ser posible, introduciendo líneas genealógicas cuyos apellidos fueron precedentes de sus continuadores actuales. También títulos bibliográficos de fondos documentales y archivos consultados; incluso "Poemas Hablados" y poesías realizadas durante las intervenciones estrictas de esta Presidencia en actos públicos.

Mi dilecto amigo y compañero, Don Ramón Menéndez Pidal, que fue Director de la Academia de la Lengua Española, escribió en la introducción del Tomo 1, "Historia de España", lo siguiente: "Inmediatamente después de Osorio ocurre la desmembración del Imperio de Occidente en varios reinos germánico. Importante fue robustecer el unitarismo claudicante del pueblo ibérico el hecho de que, en el tiempo de las invasiones, los últimos emperadores encomendasen la pacificación de España a los visigodos, que eran los germanos más romanizados".

"En toda la extensión del Mundo desde su confín oriental en la India hasta su extremo occidental, la sacra madre España es la tierra más hermosa y feliz, incomparable en sus riquezas naturales, patria de insignes príncipes; ella, después de unida a la vencedora fortaleza romúlea, ha celebrado nuevo feliz desposorio con el florentísimo y  glorioso pueblo de los godos".

¿Que ocurrió para que los godos fueran vencidos por otro pueblo invasor? ¿Fue consecuencia de política errónea del gobierno, o su raíz más profunda estaba impulsada por intereses personales? En cualquier caso, sólo quien disponía de fuerza suficiente y medios económicos podía inducir a otros contra su país. 

Para llegar hasta este rincón transcendental de nuestra historia, oportuno es regalarnos con los hechos que describieron el proceso que dio nacencia a nuestro carácter, costumbres y verbo nacido del tronco idiomático indoeuropeo. Haremos síntesis de tan grandes y extraordinarios sucesos, propios de  nuestra raza, y nuestra manera de comportamiento.

 Antes, es preciso reconocer que los pueblos trashumantes siempre buscaron lugar donde fijar su estancia. La situación geográfica de la Península Ibérica, delimitada entre Europa y África, el Océano Atlántico y el Mediterráneo, fue propicia para  la llegada de pueblos procedentes de ambas latitudes. De manera que causó la invasión del los íberos, pobladores primeros. Después desde África, Cartagineses, árabes y mozárabes. De  Europa, celtas godos, visigodos, suevos, vándalos, alanos, y silingos. A través de ellos y de las primeras rutas comerciales llegaron las culturas antiguas habidas en Fenicia, Cartago, Grecia y Roma. Muchas vinieron desde Asia siguiendo la ruta comercial de la seda.

Fueron los Íberos llegados desde África quienes comenzaron a regir lo que sería el pueblo español futuro, surgido de la mezcla de sangres, y consecuencias genéticas de tantas razas y culturas diversas. Establecidos en principio en el Medio Día, pronto se extendieron a lo largo y ancho de la costa levantina. Por el sur, los tartesios, navegantes, agrícolas, y dedicados al comercio, trajeron la base espiritual de la cultura de occidente.

Las primeras luchas de pueblos invasores surgieron entre los celtas y los íberos. Ambos pueblos nos legaron los cromosomas más legitimados para detentar el carácter español heroico, independentista, abnegado,  inconstante, y soñador. También fenicios y griegos procedentes de las culturas europeas impusieron su dominio. Pero la fusión  de íberos y celtas fue importante para el desarrollo de España rica en oro, plata, cobre, hierro y carbón, que supieron extraer. También fueron  dignas de ser mencionadas las enseñanzas  prácticas.

Ejemplo fueron los utensilios pequeños, flechas, arcos, y pinturas rupestres como las de Altamira,  descubiertas por Marcelino S. Santuola. Tanta importancia tuvieron el oro y la plata, que España fue denominada la "Társis india del rey Salomón". Los Rodos introdujeron el uso de monedas metálicas de cobre y construyeron tahonas para moler el trigo. Introdujeron el arte de hacer cestas de junco  y la artesanía del esparto.

Los griegos, descubrieron la preparación de los ladrillos y la introdujeron en España. También nos legaron la manera de hacer vasos de barro, pinturas y tintes para las barbas y los cabellos. Cotas de malla, morriones o celadas, picos, y espadas largas con dos filos. Utilizaron las denominadas, "Centinelas militares de noche", y la promulgación de Ordenanzas. fueron creadores de los retos, y desafíos.

Los Frigios, implantaron el uso del carro con cuatro ruedas tirado por dos caballos; la corneta, y las redes de pescar. Los Fenicios, extendieron  por la Península prácticas de magia, pero de manera preferente la navegación por el Norte; el arte de pelear a caballo, y las Justas o torneos. Fueron inventores de la ballesta y del pífano, también del uso del trabuco, y el sistema de trueque en el comercio.

Caldeos, persas y hebreos, nos enseñaron la fabricación y uso del espejo, y los que procedían de Caria, provincia del Asía Menor, trajeron los penachos y escudos de Armas para insignias de nobleza. Los Cartagineses, nos instruyeron en la pesca y conservación del atún en almadrabas instaladas en Andalucía. Fueron además autores de los contratos o pactos escritos, como del comercio en tiendas y establecimientos fijos. Enseñaron a construir tapias con tierra, y fortificar con fosos.

los Romanos, 224 años antes de J.C, introdujeron el uso del lenguaje cifrado, los timbres en las armas, las ferias, el uso de caballos y banderas. Impusieron la moda de rapar la barba con navaja, el uso de baños y bañeras, pintar escudos, poner a las mujeres en clausura, y hacer que utilizaran "chapines". Implantaron el Correo, las cabelleras postizas, el rejoneo de los toros, la Institución de las Cortes y el oficio de "Rey de Armas", para dar fe pública de títulos y noblezas.

Para referirnos de manera genealógica a los godos que poblaron España, y al hechos que pretendemos relatar, seguiremos la línea genealógica a partir de Magog, hijo segundo de Jafeth, quien tuvo por sucesor a Bericón Gadarico, rey de los Godos. Era hijo del Rey Balto de la Scitía y poblador de Decía. A éste sucedió Tanauso, Harpadon, Telefo casado con Leocadia hermana del rey Príamo de Troya. Continuó Anciro, Pagudila, y su hija Meedum que contrajo matrimonio con el rey Filipo de Macedonia. Prosigue Sitalco, Borbista, Enmosoico, Dorpanco, Harpanco, Ostrogota, Guida, Seberig, Hermenerico, Fridigerno, y su hijo Atanarico.

En aquel tiempo recibieron fe católica por la predicación del Obispo de Gudila, creador de las letras gótica. No duró mucho su fe, por cuanto el Emperador Valente, envió a miembros de la secta arriana para convencerlos, y en ella permanecieron hasta el reinado de Recaredo. Le sucedió Badagayoso, después Alarico, que destruyó Roma conforme había previsto la profecía. Reinó, dominando a Italia. Sucesor fue Ataulfo, su cuñado, por renuncia del Emperador Honorio. Casó con su media hermana Gala Placidia.

A España llegó el año 416, y así se originaron las genealogías del Trono Real. Imperaba en Roma, Honorio, y en el Solio Pontificio S.S. Inocencio I: Teodosio reinaba en Constantinopla, y Franconia. (Marcomiro, llamado Meroveo fue primer rey católico, casado con Santa Clotilde, fundador de Franca, franconia o Francia).

Ataulfo instaló la corte en Barcelona y gobernaba Cataluña, Aquitania, y Narbona. Casó con Gala Placidia viuda de Eurico, hijo de Stilicon. Su reinado duró seis años, y en España, uno. Fue asesinado junto con seis de sus hijos por inducción de un enano llamad Bernulfo el día 2 de junio del año 417. - De manera que se cumplió el decir popular: "no hay enemigo pequeño"... -

Podemos observar que los primero reyes que poblaron España, en vez de ostentar méritos por su manera de gobernar a los españoles usando con prudencia y justicia de los  bienes comunes que deberían servir para mitigar la situación de los más necesitados, usaban su tiempo en conseguir y mantener el poder asesinado incluso a hermanos y familiares. ¿Qué podían esperar los pobladores de Europa y España desde entonces? ¡Lo mismo que ahora! Tal y como si el tiempo se hubiera detenido para ser devorado y digerido por ansias de poder.

Hemos comprobado que las tácticas y estratégias políticas de los gobiernos desde los primeros pobladores de España como fueron los iberos, tuvieron como fundamento no sólo la ocupación territorial, también el ansia de poder económico consecuente con el poder político. De manera que las primeras monarquías estuvieron inducidas por golpes de estado y regicidios de sus monarcas, causados incluso por los  hermanos de aquellos reyes, llamados a suceder en el Trono. Es decir, que la ambición de llegar al poder era, y es tan imperante que ni siquiera pude esperar su turno establecido por costumbre, norma, o ley.

La pregunta que se nos plantea ahora y  siempre es, ¿sí tanto las tácticas y estratégias políticas, como militares, han sido una manera astuta de justificar los impulsos ambiciosos de llegar al poder en lo político, y ganar las guerras en lo militar, al precio que sea; o una vez surgido el conflicto bélico lo importante es ganar la batalla aunque mura hasta el último soldado? ¿Procedimientos éticos y morales desde un ordenamiento de conceptos que dieron base a leyes codificadas?

¿Donde quedó Dios y tantas leyes dadas al hombre a partir de las Tablas primeras que entregó a Moisés en el Monte del Sínaí? ¿Porque los códigos penales condenan el crimen y el homicidio en tiempos de paz, y es heroico exterminar a otros llamados enemigos con riesgo de la vida propia en tiempos de guerra? ¿No son un crimen en ambos casos que carece de justificación moral? ¡La moral es irreductible, siempre es moral! ¿Acaso la moral ha sido otra invención astuta elucubrada por mentes humanas?

¿Será cierta la tesis de Darwin sobre la evolución de las especies, porque aún seguimos pensando como sus primeros primates? De modo que si usted mata un ser humano en cualquier lugar, es un asesino, pero si ocurre durante una guerra y mata a varios con riesgo de su vida, usted es un héroe. Lo demuestra el origen del apellido Diez. Fue un acto de valor sin ninguna duda que honró el nombre derivado desde aquel hecho: quiero recordar que durante una batalla el militar español facilitó el triunfo del ejército atacando el solo a las huestes enemigas y cortando la cabeza a diez moros. Lo cual fue reconocido como Emblema en su Escudo de Armas.

Tenemos respeto por las fuerzas militares, no porque constituyen la defensa de la Patria como misión principal, también porque el Memorial de mi Casa tiene en su haber a muchos esclarecidos héroes. Pero tal circunstancia no significa dejar de reconocer aquellas otras cuyos motivos están aún confusos entre lo estrictamente moral y realidad histórica.