Y no significa que la vida sea ingrata o desagradable. Por el contrario, la vida es proposición, proyecto, motivo de alegría; manera de ir descubriendo las cosas que nos rodean, y posibilidad de descubrirnos a nosotros mismos como parte integrada en la sociedad. Ocurre que esta sociedad no alcanza el desarrollo necesario para producir un estado de bienestar común suficiente para todos. Entonces, los ideales románticos de la política tratan de irrumpir en las estructuras de la sociedad, con el fin de conseguir aspiraciones humanas más esenciales. Lo que no siempre se cumple, ni en su totalidad, ni a favor de todos. Entonces la vida, para muchos, no es grata, ni alegre, ni aceptable. Lope de Vega lo significó en estos versos:
"Solía un sabio decía en loor de la tierra ajena,
que la patria solo es buena,
para nacer y morir".
Se sigue que el Romanticismo es un ideal que trata de modificar el estado de cosas que nos rodean. Juarez, en su libro HISTORIA SOCIALISTA, explica esta inquietud con términos precisos:
"Cualquiera que sea la relación del alma humana, aún en sus sueños más audaces, va más allá del medio humano".
"Y el contacto con el Universo hace vibrar en ella, fuerzas misteriosas y profundas, fuerzas de la eterna vida que precedió a las sociedades humanas. El espíritu libre puede desprenderse de la humanidad misma GRACIAS AL UNIVERSO ETERNO".
La prosa poética rimada se extendió por Asía y España a través del Andalus, cultivada por autores ilustres como el poeta místico de Persia, Sham ad-Din Muhammad Hafeez, cuyas obras fueron iluminadas por el Sultán Muhammad. También, Muhammad Illad Ibn Yusuf Nizami fue autor de poemas épicos que glosaron la historia de amor del rey Husran y Sirin.
Resulta así que el Romanticismo y ser romántico, es hacer historia, porque según mi criterio, la acción y el ideal son causa del acontecimiento humano en todas sus formas de manifestarse. Siempre, con propósito más perfectivo, donde el deseo que se intenta conseguir tenga un poyecto honroso que realizar. Así, lo debieron entender: Fray Luis de León (1528-1591), Quevedo, (1580-1645), Camoens, Heine, Rükwert y tantos otros autores que tuvieron en su corazón el propósito romántico de crear poesía. Lo definió el poeta mejicano Octavio Paz, contestando a esta pregunta: "Si no seria mejor transformar la vida en poesía?. Expresó:
"lo cierto es, que el escritor es un verdadero transmisor de los tiempos, de las gestas, de las transformaciones políticas y sociales; del progreso, de la ciencia y de las artes".
Entonces, caminaríamos por rutas de imperios absolutos del alma, de grandezas sin parangón posible, de tesoros inimaginables, guiados por esa luz sublime y divina de hacer poesía con todos nuestro actos diarios, ideas y sentimientos; que, ahora, son añoranzas por cumplir y propósitos por eternizar: ¡Y esto, y sólo esto, es romanticismo; un romanticismo que siempre estará en el borde de lo increíble!
¿O no?...
(SIGUE).
(SIGUE).
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