BIBLIOGRAFIA.- Jaime Matas Tort: Enciclopedia Universal YA.- Alfredo Español Crespo: Código Civil (Colección Goñi).- J.Fernández Segura: (Instituto para la versificación y Ahorro de la Energía IDADE).- Ediciones Paulinas sobre Constitución Dogmática. (Vaticano II).- Manuel Fraga Iribarne: Ideas para la reconstrucción de una España con futuro.- Ignacio Gonzalez Gonzalez: Guía Turística del Canal de Isabel II.- Abraham A. Moles: Teoría de la Información, editada por Salvat Editores.- Joaquín Pérez Madrigal: España a dos Voces. Ediciones E.A.S.A. 1962, Madrid.- Manuel Azaña: Los Cuadernos Robados (Notas escritas por M.S: comentarista republicano en el exilio, (privadas).- Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación: Tratado por el que se establece una Constitución para Europa. Septiembre 2004.
Asunto este de los tratados europeos que pretenden situar inquietudes, obligaciones y propósitos de los Estados participantes en lugar adecuado, sin conseguir éxito apetecido. Resulta que sus conclusiones atañen también a los pueblos. Tratados, que hoy, según sistemas políticos actuales mayoritarios, presentan a votación de sus representados . Y, como al parecer, no puede se de otro modo, redactados según la manera de ver los intereses de los firmantes. Lo cual no siempre, y en su mayoría, constituyen intereses de aquello más precisados de soluciones económicas.
Razón, entre muchas, por las que debemos preguntarnos, ¿en verdad estamos en uso de la Democracia, o navegamos en la nave de Caronte hacia un lugar desconocido?... No sólo muchas personalidades políticas han defraudado a las bases de sus partidos, sino que llegados al poder, o alguna de sus formas, han traicionado principios que prometieron defender. Traición y mal ejemplo extendido a otras instituciones civiles y sindicales.Traición a veces perpetrada con expropiación de símbolos, y derechos reconocidos.
Ante esta posibilidad el artº 1-8 de la Unión Europea determina cuales son estos símbolos: "...representará un circulo de doce estrellas doradas sobre fondo azul; que el himno de la Unión se tomará del de Himno a la Alegría de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven ..."
Ante esta posibilidad el artº 1-8 de la Unión Europea determina cuales son estos símbolos: "...representará un circulo de doce estrellas doradas sobre fondo azul; que el himno de la Unión se tomará del de Himno a la Alegría de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven ..."
La última constitución data del año 2000, porque la anterior no obtuvo mayoría de votaciones. Dice el texto publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, pág. 5, párrafo segundo, el comentario siguiente: "Se hizo cada vez más palpable en la clase política europea una creciente inquietud por EL DESAPEGO, que los ciudadanos aparentan por los asuntos europeos".
"Desapego" dicho, que no es aparente, sino mayoritario. No entendido por este vocablo; más bien, porque los ciudadanos son contrarios a tales tratados. ¿Existe alguna razón? ¡Muchas! Veamos alguna: El texto que citamos añade en la misma página; "la Conferencia -prosigue la Declaración-, al seleccionar estos temas, manifestaba reconocer "la necesidad de mejorar y supervisar permanentemente la legitimidad democrática y la transparencia de la Unión y de sus instituciones, con el fin de aproximar estas a los ciudadanos de los Estados miembros".
Legitimidad democrática no existe, porque en verdad no se cumplen sus principios básicos: uno de los más significativos es, la la igualdad en el Derecho. No solo de los Estados de la Unión, sino de todos los ciudadanos que sus gobiernos representan. Resulta que no parece cierto lo que afirma el artículo 1-1 del Tratado que dice: "...la Unión que "nace de la voluntad de los ciudadanos y de los Estados de Europa"".
Quizás, por dicho concepto, la Unión protege su poder sobre los demás Estados miembros basada en " DELICADOS EQUILIBRIOS DE INTERESES", (conforme declara el análisis breve que edita el Ministerio de Asuntos Exteriores de España). Por otra parte -y sin mermar los "delicados intereses" de los demás Instrumentos jurídicos internacionales de Europa- se pretende crear un Estado político de dominio europeo sobre los demás Estados miembros de la Unión. Esta Presidencia se pregunta, ¿para qué?
Los derechos fundamentales de los ciudadanos que la Unión concede conforme promulgan los artículos 19, 20 21 TCE, son los siguientes: "voto en las elecciones al Parlamento Europeo; protección diplomática y consular; petición ante el Parlamento; recurso ante el Defensor del Pueblo Europeo. No más eficaz que aquellas peticiones seguidas por los Defensores del Pueblo en cada Estado. ¿Cómo se pueden considerar las mismas, si además los Estados, como España, imponen tasas judiciales para ejercer el derecho de recurrir a los tribunales de Justicia? ¿Quien puede "pleitear" para defender sus derechos conculcados, o lesionados, si es un trabajador que solo percibe 400 euros al mes?
Pero observen ustedes que las competencias de la Unión descansan en el segundo párrafo del artículo 1-13, que vienen a decir cómo las competencias de la Unión son exclusivas de su statu quo para celebrar acuerdos internacionales, como también es política comercial común. "LA IMPOSICIÓN DE LA REGLA DE LA UNANIMIDAD PARA LA CELEBRACIÓN DE ACUERDOS EN MATERIA DE COMERCIO" Así mismo, y entre otros, "ASPECTOS COMERCIALES DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL"
¿No estaremos ante un ensayo de cuanto pretenden los Protocolos de Sion, y los propósitos de los Caballeros Monjes de la Orden Los Sabios de Sion? ¿Por qué parece que el Tratado de la Unión Europea se ocupa más de aquellos derechos que precisan "sus intereses", en vez de los más fundamentales humanos; como son, la erradicación de la pobreza y falta de trabajo en condiciones económicas dignas par todos los ciudadanos de la Unión. ¿No son los Gobiernos representantes de los ciudadanos, y ejecutores de un Contrato de Mandato rubricado por el pueblo que voto las clausulas sometidas a su poder? ¿No tienen este poder los ciudadanos? ¿Es todo en puridad un sofisma jurídico; o habilidad táctica de los Sabios de Sion?
Porque la Unión parece querer ser un Estado de Estados, muy similar a lo previsto en los "Protocolos de Sion", y donde los ciudadanos, pese a su representación, tocan menos flautas que un zambombero navideño en la Escala de Milán. Los "intereses" de la Unión Europea, son otros; y los de cada Estado, también. Aunar voluntades es en todo acto y momento, legitimo. No pretende esta Presidencia negar su propósito honrado, y potestad legítima, cuya definición ya fue establecida por Santo Tomás y muchos tratadistas; más bien quiere hacer resaltar aquellos aspectos que pueden inducir a dudas diversas:
Sabido es, qué los Estados, por el hecho de ser Estados, se les supone en uso de razón legitima; motivo por el cual ejercen, o pueden ejercer, "coacción legal". Cuando la ejercen los Estados, es coacción legal, como hemos dicho. aunque el poder lo tenga el Pueblo. Si la ejecuta uno cualquiera de nosotros, entonces es, llana y simplemente, un delito de coacción. ¿Está bien claro? ¿Nos preguntamos ahora, por qué la semántica, no encaja en términos políticos? Resulta que si la coacción es ejercida por el Gobierno, en este caso representando al Estado, entonces todos tenemos el deber de asumir su coacción con una sonrisa, aunque sea esta de conejo.
Lo cual no impide que, cualquier miembro de un gobierno haga de su capa un sayo; o que. un hijo de vecino trate de asaltar el Banco de España, como ocurrió en la República última, cuya traición fue ejecutada por quienes la engendraron. Recuerden aquellas frases de Ortega y Gasset dichas respecto a Manuel Azaña: -"¡Ojo, con ese, que es un escritor sin lectores, y es capaz de armar una revolución solo para que le lean!"
Quizás, por dicho concepto, la Unión protege su poder sobre los demás Estados miembros basada en " DELICADOS EQUILIBRIOS DE INTERESES", (conforme declara el análisis breve que edita el Ministerio de Asuntos Exteriores de España). Por otra parte -y sin mermar los "delicados intereses" de los demás Instrumentos jurídicos internacionales de Europa- se pretende crear un Estado político de dominio europeo sobre los demás Estados miembros de la Unión. Esta Presidencia se pregunta, ¿para qué?
Los derechos fundamentales de los ciudadanos que la Unión concede conforme promulgan los artículos 19, 20 21 TCE, son los siguientes: "voto en las elecciones al Parlamento Europeo; protección diplomática y consular; petición ante el Parlamento; recurso ante el Defensor del Pueblo Europeo. No más eficaz que aquellas peticiones seguidas por los Defensores del Pueblo en cada Estado. ¿Cómo se pueden considerar las mismas, si además los Estados, como España, imponen tasas judiciales para ejercer el derecho de recurrir a los tribunales de Justicia? ¿Quien puede "pleitear" para defender sus derechos conculcados, o lesionados, si es un trabajador que solo percibe 400 euros al mes?
Pero observen ustedes que las competencias de la Unión descansan en el segundo párrafo del artículo 1-13, que vienen a decir cómo las competencias de la Unión son exclusivas de su statu quo para celebrar acuerdos internacionales, como también es política comercial común. "LA IMPOSICIÓN DE LA REGLA DE LA UNANIMIDAD PARA LA CELEBRACIÓN DE ACUERDOS EN MATERIA DE COMERCIO" Así mismo, y entre otros, "ASPECTOS COMERCIALES DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL"
¿No estaremos ante un ensayo de cuanto pretenden los Protocolos de Sion, y los propósitos de los Caballeros Monjes de la Orden Los Sabios de Sion? ¿Por qué parece que el Tratado de la Unión Europea se ocupa más de aquellos derechos que precisan "sus intereses", en vez de los más fundamentales humanos; como son, la erradicación de la pobreza y falta de trabajo en condiciones económicas dignas par todos los ciudadanos de la Unión. ¿No son los Gobiernos representantes de los ciudadanos, y ejecutores de un Contrato de Mandato rubricado por el pueblo que voto las clausulas sometidas a su poder? ¿No tienen este poder los ciudadanos? ¿Es todo en puridad un sofisma jurídico; o habilidad táctica de los Sabios de Sion?
Porque la Unión parece querer ser un Estado de Estados, muy similar a lo previsto en los "Protocolos de Sion", y donde los ciudadanos, pese a su representación, tocan menos flautas que un zambombero navideño en la Escala de Milán. Los "intereses" de la Unión Europea, son otros; y los de cada Estado, también. Aunar voluntades es en todo acto y momento, legitimo. No pretende esta Presidencia negar su propósito honrado, y potestad legítima, cuya definición ya fue establecida por Santo Tomás y muchos tratadistas; más bien quiere hacer resaltar aquellos aspectos que pueden inducir a dudas diversas:
Sabido es, qué los Estados, por el hecho de ser Estados, se les supone en uso de razón legitima; motivo por el cual ejercen, o pueden ejercer, "coacción legal". Cuando la ejercen los Estados, es coacción legal, como hemos dicho. aunque el poder lo tenga el Pueblo. Si la ejecuta uno cualquiera de nosotros, entonces es, llana y simplemente, un delito de coacción. ¿Está bien claro? ¿Nos preguntamos ahora, por qué la semántica, no encaja en términos políticos? Resulta que si la coacción es ejercida por el Gobierno, en este caso representando al Estado, entonces todos tenemos el deber de asumir su coacción con una sonrisa, aunque sea esta de conejo.
Lo cual no impide que, cualquier miembro de un gobierno haga de su capa un sayo; o que. un hijo de vecino trate de asaltar el Banco de España, como ocurrió en la República última, cuya traición fue ejecutada por quienes la engendraron. Recuerden aquellas frases de Ortega y Gasset dichas respecto a Manuel Azaña: -"¡Ojo, con ese, que es un escritor sin lectores, y es capaz de armar una revolución solo para que le lean!"
Por entonces, haré breve memoria histórica: la tan deseada República en España, seguía removida en sus adentros más viscerales, por la bondad de la Masonería, instrumento creado por Los Sabios de Sion, conforme determinan los hechos. Y, como no era menos, atendiendo a los Sabios en su propósitos. Propósitos, referidos a lo largo de estos informes, que los activistas bolcheviques tenían previstos para convertir dicha República en guerra incivil; de manera que a través de las Internacionales socialistas revolucionarias, y el Ejército Ruso, pudieran ocupar el Norte de África durante la Segunda Guerra Mundial en proyecto.
Para colaborar, acudieron separatistas catalanes, vascos, y Gallegos. Anarquistas de C.N.T, de la F.A.I. y miembros del sindicato U.G.T. todos bajo la planificación sutil de Largo Caballero, y el Dr. Juan Negrín. ¿Por qué mencionamos este pasado de brochazos negros? Viene a colación como consecuencia del cuadro que nos parece pintado por los Sabios de Sion. ¿La misma mano, y el mismo brochazo subyacente ha coloreado el Tratado de la Unión?
Dice la Declaración nº 11 anexa al Acta final de la Conferencia que aprobó el Tratado de Ámsterdam, en 1997, modificado por la Unión Europea: "la Unión respetará y no prejuzgará el estatuto reconocido, en virtud del Derecho nacional, a las Iglesias y asociaciones o comunidades religiosas en los Estados miembros". Añade el Ministerio de Asuntos Exteriores de España en su análisis: "Este tratamiento se extiende así mismo a las organizaciones filosóficas y no confesionales (por ejemplo, las logias). Ellas que se dicen dedicadas sólo a la cultura y filosofía pura.
Mas adelante, según determina el texto del párrafo tercero, "(un diálogo especifico)", "distinto o al menos potencialmente distinto del diálogo con las entidades civiles a las que se refiere el articulo 1-47. ¿Por qué con las Logias y no con muchas otras entidades culturales, también filosóficas? ¿Qué fuerza política ejerce la masonería para ser específicamente tratada? ¿Quien mueve los hilos oscurantistas de la trama? ¿Ya no son los Judíos a quienes se le achacaban estas aberraciones de poder?
El misterio continua, pero Europa empobrece: La riqueza aumenta en pocas manos, y la pobreza tiene sus brazos cruzados. Cuando la Democracia se duerme en el Derecho, la Justicia equitativa huye enloquecida por el terror. Como dice la Biblia, "El mundo entero está bajo el control del maligno" (1 Juan 5:19).
¿¡Qué rostros políticos adopta!?
Para colaborar, acudieron separatistas catalanes, vascos, y Gallegos. Anarquistas de C.N.T, de la F.A.I. y miembros del sindicato U.G.T. todos bajo la planificación sutil de Largo Caballero, y el Dr. Juan Negrín. ¿Por qué mencionamos este pasado de brochazos negros? Viene a colación como consecuencia del cuadro que nos parece pintado por los Sabios de Sion. ¿La misma mano, y el mismo brochazo subyacente ha coloreado el Tratado de la Unión?
Dice la Declaración nº 11 anexa al Acta final de la Conferencia que aprobó el Tratado de Ámsterdam, en 1997, modificado por la Unión Europea: "la Unión respetará y no prejuzgará el estatuto reconocido, en virtud del Derecho nacional, a las Iglesias y asociaciones o comunidades religiosas en los Estados miembros". Añade el Ministerio de Asuntos Exteriores de España en su análisis: "Este tratamiento se extiende así mismo a las organizaciones filosóficas y no confesionales (por ejemplo, las logias). Ellas que se dicen dedicadas sólo a la cultura y filosofía pura.
Mas adelante, según determina el texto del párrafo tercero, "(un diálogo especifico)", "distinto o al menos potencialmente distinto del diálogo con las entidades civiles a las que se refiere el articulo 1-47. ¿Por qué con las Logias y no con muchas otras entidades culturales, también filosóficas? ¿Qué fuerza política ejerce la masonería para ser específicamente tratada? ¿Quien mueve los hilos oscurantistas de la trama? ¿Ya no son los Judíos a quienes se le achacaban estas aberraciones de poder?
El misterio continua, pero Europa empobrece: La riqueza aumenta en pocas manos, y la pobreza tiene sus brazos cruzados. Cuando la Democracia se duerme en el Derecho, la Justicia equitativa huye enloquecida por el terror. Como dice la Biblia, "El mundo entero está bajo el control del maligno" (1 Juan 5:19).
¿¡Qué rostros políticos adopta!?
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