Sindicato N.E.E. Informes Presidente

martes, 15 de noviembre de 2016

SINDICAATO NACIONAL DE ESCRITORES ESPAÑOLE. INFORME DE LA PRESIDENCIA.MADRID.15.11.2016

 
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ERRATA: En el Informe anterior núm. 25 de fecha 7.11.2016, párrafo primero debió decir "para fortalecer a la  cristiandad", en vez de "a de cristiandad". Y en el párrafo 3º, donde se dice, "promulgamiento de desapariciones", debió decir, " de disposiciones".

¿Quienes son estos comensales de la muerte que no han sido invitados por el decesado? Los estudios zoológicos utilizados en  Medicina Legal, han servido, y sirven, para determinar con relativa aproximación la época y hora del fallecimiento de una persona. Tienen importancia en el caso de ser un acto criminal. El estudio de estos invasores diversos, determina el tiempo de fermentación butírica de los cadáveres, distinta en casos de permanecer mucho tiempo sin ser enterrados. Estos depredadores, se sacian comiendo tejidos desecados adheridos a los restos óseos, como son ligamentos y tendones que completan los tegumentos.

Con este propósito se posan sobre la epidermis; con preferencia, sobre aberturas naturales del organismo: fosas nasales, ojos, y boca. Allí hacen las puestas de huevos para que nazcan sus larvas. Los comensales dichos han sido divididos en "escuadras", según el lugar donde se encuentren los cadáveres, y allí permanecen hasta que fermenten sus ácidos grasos. Entre ellos los dípteros, a los que pertenece la "Musca"; la "Cortuneira"; la "Atomyia", y la "Calliphora". La mosca azul, absorbe en la carne fresca de los muertos antes y después que entran en putrefacción. También aquella mosca verde de brillo metálico. Otras, negras y grises; muchas carnívoras, que comen tegumentos hasta roer los restos óseos. ¿Qué puede quedar de un cadáver en lugar sagrado?

Dípteros, Coleópteros, Urópodos, Gamásidos, Acarianos, según sus géneros. ¡Todos en su tiempo, asisten al gran "catering"de la muerte! Chupan, roen y degluten el cadáver. ¿Qué queda después enterrado? ¡Pasados cuatro años, sólo quedan los huesos! ¡Ni siquiera permanecen los invitados a esta comida macabra! Al comienzo de la putrefacción, que dura desde algunos días hasta un mes, se aprovechan los comensales de los restos biológicos, sobre todo, la Calliphora o vomitaria. ¡Pero pasados ocho años, sólo quedan los huesos; no lo olviden!

Cuando comienza la fermentación butírica, que dura de uno a tres meses, entran al convite la Sarcophaga o carnaria entre otras hembras indispensables en este festín. Durante la fermentación amoniacal aparecen más invitados. Por último, para no enumerar a todos los asistentes, llegan trabajadores dedicados a  limpiar los restos biológicos del muerto. Pertenecen a la escuadra octava; y el menos terrorífico se denomina, "Tenebrio". ¡Proceso de destrucción biológica masiva, que los administradores de cementerios consideran concluida a los ocho años! ¡Siguen pensando lo mismo, pero ahora, con el Reglamento reformado, hay que añadir  el" más IBA!" impuesto a la muerte por el escuadrón económico europeo. 

¡En tierra sagrada no existirán más restos que los huesos! Ahora, nos parecerá "una historia para no dormir" porque tampoco quedarán los huesos! "...LOS RESTOS ÓSEOS PERMANECERÁN EN ESE SITIO DURANTE 60 DÍAS, A CUYO VENCIMIENTO, SI NO EXISTE PRONUNCIAMIENTO DEL TITULAR, SERÁN INCINERADOS DISPUESTOS EN FOSAS COMUNES O DONADOS A CASAS SUPERIORES DE ESTUDIO COMO MATERIAL DIDÁCTICO"

¡De manera, que al ser más corto el plazo de permanencia del cadáver en un nicho del cementerio, si sus familiares no pagan las reducciones necesarias que le otorgan dos años más de los tres establecidos; u ocho años enterrados en una tumba, el muerto será exhumado con partes biológicas, e incinerado. A cuantos les producía este hecho escrúpulos de conciencia  y se negaban a consentirlo poniendo énfasis al expresar su voluntad, la Administración ha decidido por ellos, y los quemará, les guste o no! Hay una razón que vale, como dijo Enrique IV de Borbón y de Navarra: "¡París bien vale una Misa!" ¡Es dinero que ingresaran por cada enterramiento, reducción, y cremación de restos humanos! ¿Se está negociando o no  con los muerte?

De tres a cuatro años aproximadamente, se calcula la destrucción de un cadáver, pero si usted, u otro de su familia no hizo inversión alguna en sus reducciones, será incinerado y depositado en fosas comunes durante 60 días más. Al término de este tiempo, los restos del cadáver son irreconocibles y el agua de las lluvias los hundirá en las entrañas de la tierra donde se producen corrientes subterráneas que trasladarán sus cenizas fuera de lugar sagrado. ¡Pero no crean que todo termina con este proceso! Si aún quedan residuos disueltos en tierra, y estos con las lluvias llegan a las yerbas de los cementerios, allí les espera el "Rhyzophagus parallelocollis", otro coleóptero que se comerá lo poco que quede del incinerado. ¿Qué puñetes les parece a ustedes que habrá en tierra sagrada según afirma la Medicina Legal?

En un Acto cultural celebrado en el Centro Gallego de Madrid, este Sindicato denominado entonces, Agrupación Nacional de Escritores Españoles, intervino en recuerdo de los escritores fallecidos, y en el mismo, esta Presidencia presentó el poema hablado, "YO VI AQUEL CADÁVER!, y los versos denominados "CEMENTERIO", que se publicaron en una separata de "Aldepín, revista informativa del Sindicato actual. 

"La vida y la muerte en ambos extremos, tienen realidades, misterios y dudas, criterios diversos. Contienen principios que intrigan a vivos, e ignoran los muertos. No hablaré del "rigor mortis", o del rostro céreo. Tampoco de aspectos que tenga un cadáver en uñas y labios; ni lo que en necrosis se corta primero.

Por muchas razones, decir con vocablos en poemas hablados procesos de muerte, parece perverso; y a su vez, difícil; y a su vez en verso, parece imposible, pero intento hacerlo despertando olvidos que evitan recuerdos: ¡Yo vi aquel cadáver caído en el suelo y por causas de esto así hoy lo cuento!

De cúbito prono estaba el deceso con  sus antebrazos por detrás del cuerpo. Partidas las piernas, y el rostro, de cúbito izquierdo. Su boca expulsaba un riego sanguíneo; y de aquella sangre, se formaba un  charco más grande en el suelo. Yacía en el campo, donde despertaba el tiempo, y la primavera vestida con gasas y amores genéricos, pintaba colores al paisaje entero: las fuentes manaban junto a los senderos saltando quebradas, bajando de cerros, llenando los ríos con rumor y acentos de llantos sonoros que empujaba el viento.

¿Sabéis lo que pasa después de estar muertos?

Un proceso orgánico, bioquímico y lento, del que forman parte muchos elementos: las células todas; tendones y huesos; músculos; arterías; y eclosión del cuerpo. Además existen otros elementos, muchos procedentes del sector externo. Son legiones varias de ciertos insectos que van en seguida la dermis royendo. Viene a mi memoria un  poema triste de Gustavo Becquer que pone su acento en estas palabras  que dicen: ¡Dios mio que solos se quedan los muertos!

¡Pero no olvidemos que igualdad no existe ni siquiera en esto! porque todo estriba en lo que paguemos en función del tiempo antes y después de un  enterramiento. La  igualdad se cumple solo en el momento de morir el cuerpo, nos sucede  a todos: grandes y pequeños; a ricos y pobres; jóvenes y viejos; políticos o sabios; cultos y hasta lerdos; con la muerte llega la verdad y el miedo . El amor termina, se olvida el recuerdo, se pierde la vida del conocimiento. ¿De qué nos sirvieron tantos sin sabores o alegres momentos? 

¡Sigamos hablando de lo que aquí pasa cuando muere el cuerpo! Hay ciertas especies; especies de insectos, que viven ansiosos comiendo los restos, y desaparecen cuando acaban estos. Algunos a absorven fermentos butíricos, y otros que destruyen tejidos ya secos unidos al hueso: las aponeurosis, tendones, y hasta ligamentos. En una palabra, varios tegumentos ya momificados con su último aspecto. ¡Fauna cadavérica; moscones activos posados en en fosas nasales donde se colocan dejando sus huevos para que las larvas tengan alimentos! También en los ojos y en la boca a un tiempo.

Las especies vivas cercanas a un muerto son todas distintas; dependen del tiempo y del lugar mismo que  yazga el deceso. Sí está al aire libre, o ya sepultado; quizás sumergido, o hundido en el cieno: Dípteros, Coleópteros, y los Acarianos, todos procedentes de lugar externo. Los primeros viven hasta que aparecen los ácidos grasos: mosca Ccortuneura de la Galliphora y Atomya viajera, que sorbe sustancias fluidas o espesas: el sudor que emana de los moribundos, y supuraciones de llagas o escemas.

Distintas y varias especies son éstas, y entre tanta especie, la mosca doméstica, y la mosca azul rural, montañera, que llega al cadáver apenas muriera. Crisálidas nuevas de cuantos fallecen al aíre en el día, o de moribundos en horas de siesta: es la Vomitaria de la carne fresca que llega al cadáver cuando exhala hedor, y tiene su dermis color de la cera. Existen más moscas, rayadas y negras; grises, y hasta verdes brillantes. Otras, color rojo oscuro, que también penetran, como la Sarcophaga llamada moscarda, vivipara hembra que come el cadáver cuando putrefacta su estructura interna.

La escuadra tercera de muertos sin tierra, llega hasta el deceso pasados seis meses, y todas sus moscas adsorben glotonas grasas fermentadas dulzonas y espesas. Y la escuadra cuarta, degusta fermentos de albuminas casicas. Son moscas saltonas que saltan inquietas. Después de diez meses al difunto acuden Raficolis que chupan los ácidos líquidos, y habitan las piezas de sus partes óseas que al aíre se encuentran. Con la quinta escuadra, cuando se ennegrece la materia cárnica por licuefacción butírica y casica, entre otras mosca, la Furcata llega antropofaga y lenta.

Para terminar las siete legiones sin  citarlas todas, diremos la séptima: cuando el cuerpo entero se ha momificado y ya poco queda para ser roído, púes a pesar de eso, roen cuanto queda. Partes membranosas; algún tegumento; tendones varios que materias óseas ya duros conservan. Pero los cadáveres ocultos en tierra, tampoco están solos: las larvas  penetran a cientos de metros y horadan las tumbas y al féretro llegan taladrando rápidas sus gruesas maderas. La mosca Templaría orada primera; después coleópteros...¿para que citar más géneros vivos que acuden a los cuerpos muertos?

Surgen las preguntas: ¿De donde venimos?. ¿A donde nos vamos?. ¿Por qué es nuestra vida tan corta de espacio? ¿Después de la muerte, en donde habitamos? ¿Prosigue la vida su esencia y encanto del entendimiento, que nos dio alegrías, y nos dio fracasos? ¿Dónde está el arcano de éste gran misterio; ese "yo" cercano que parece nuestro y se siente íntimo, único y humano? ¿Es que todo acaba en la tumba misma, allí sepultados?. ¿Nada ya sabemos?. ¿Todo ha terminado?. ¿Nunca sentiremos que la primavera sus bellezas lleva prendida de luces, de lunas y estrellas?

¿Jamás sentiremos los vientos que cantan sus dulces endechas? ¿No habrá más cariño; ni amor; ni grandeza; donde el alma humana entera se entrega? ¿La vida que verso, perderá su métrica, su rima y su verbo, y el arte cuajado de mágica fuerza? ¿Dónde habita Dios? ¿Dónde está ese mundo nostálgico y grato que nos  prometieron? Ante tanta duda que tuvo el poeta, midiendo sus versos, dijo en su lamento: ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!

"CEMENTERIO"

"hundida en las entrañas,/ de la arcillosa tierra,/

  nos mira descarnada,/ la inerte calavera."/
  Lejano, en el camino,/ sobre la tierra yerma,/
  las tumbas se levantan,/ las luces reverberan./
  He visto el inquietante,/ brillar de luz superna,/
  trepar la encrucijada,/ de cruces que blanquean./
  Grabado un epitafio,/ a golpes en la piedra,/
  a penas nos informa,/ del se que allí se encierra./
  Envuelto en el silencio,/ el cuerpo se desmembra./
  mientras las larvas nacen,/necrófilas y hambrientas./
  Allí las horas pasan,/ monótonas y lentas./
  el mundo se detiene,/ la noche se hace eterna./
  Despojos de la vida,/ final de la existencia./
  materia corrompida, tan solo es cuanto queda./
 ¡ Absortos contemplamos,/ la muda ciudadela./
  cubierta con cipreses,/ que aguarda y nos espera!"

Cuanto hemos dicho, está referido  de manera estricta a la desintegración del cuerpo en lugar sagrado, y la reforma habida en el Reglamento de Cementerios. El principio de la vida, y su continuidad después de la muerte, conforme afirma la religión Judío Cristiana Católica, vine obligado exponer como consecuencia de su  causa.  
  












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