En el Informe número 31, muy anterior; al referirnos a Felipe II, citábamos la peculiaridad de su real persona comparándola con los políticos actuales, y decíamos lo siguiente: - "Antes que los pueblos invasores nos invadieran, no existían estos arbitrios, porque los romanos andaban por ahí haciendo calzadas romanas para sus cuadrigas, y Felipe II, cogía el carrito de la compra, muy mejorado de chasis, y ¡cataplum! ruta imperial arriba, que se nos marchaba a vigilar la construcción del Monasterio de El Escorial sentado allí en su silla de piedra. Y no crean que gastaba mucho del presupuesto oficial, que no. A la hora que hoy algunos políticos gastan un potosí en algún restaurante, él comía unas lentejas bien condimentadas en cualquier parador del camino".
Si en tantos siglos de invasión romana que sufrimos con sus tradiciones culinarias, estas no llegaron hasta los molares de Don Felipe II, hombre austero y de presencia noblota, seguidor de nuestra dieta castellana; sería quizás, porque las vieiras y centollos de Galicia no entraban en nuestros mercados del interior por falta de una buena red de frío industrial. Lo cual no fue motivo suficiente para que después de cien años, los descendentes de los muertos causados en la batalla de San Quintín, exigieran derribar el Monasterio por rencor contra quienes habían ganado la guerra.
¿Qué no? ¿Qué la "memoria histórica no es rencorosa? Púes explique alguien el porque existe. Eso de que los descendientes directos de mártires sacrificados por quienes provocan las guerras deben ser borrados de nuestra memoria, no cuela. Porque según esta tontería, toda la cultura histórica mundial debería ser destruida, como lo fue la Biblioteca de Alejandría. ¿Entonces, a qué obedece ese despertar inútil, de tantos hechos inútiles y aberrantes, como los causados por el ser humano, y también por quienes viven fuera de la realidad, impulsados por un odio fanático, inconcebible, y antidemócrata?.
Porque la Democracia, a mi entender, es un saber perdonar; un saber estar en confraternidad solidaria con quienes tienen ideas honestas distintas a las nuestras; un conocer y servir al Estado, según lenguaje común y acción desinteresada, que mejore y ayude a lo que es fundamental para un país. No lo es, llegar al Gobierno para meter los dedos sucios en la tarta que pagaron sus habitantes. Tales hechos son indignos, e impropios de quienes alardean de ser demócratas y cuyo poder es dictatorial porque no respetan el Poder absoluto del pueblo, que lo ostenta en todo tiempo a través de sus representantes a quienes se les supone honestos en un principio.
A ellos, a tales desprovistos del valor social democrático necesario, es a quienes deberían sus partidos políticos; las Cámaras parlamentarias; el Tribunal Constitucional; y todos los organismos de un Estado, aplicar la "memoria histórica", y echarlos sin contemplación alguna de sus cargos, por posible exaltación del odio, la inquina, y el fanatismo herético, peor que la más necrófaga de las hienas. Ese fanatismo que ha conseguido perturbar a muchos, convirtiendo su cordura en irracional y perversa. Se comienza, quitando nombres de calles; se continua, derribando monumentos artísticos considerados propiedad de la Humanidad; se quebranta la ley de derechos políticos, y se termina como en Palmira, denigrando a la misma "memoria histórica".
¡Los forofos del odio y del rencor, no rasgan sus vestiduras por el espectáculo intemporal de tanto dolor causado antes de un centenar de años! Tales doloridos descendientes, -que por bien de ellos mismos, son los menos rencorosos- o quienes en nombre de una ley legal, e ilegitima, que indujeron hasta su promulgación, resulta que en el día de hoy; ríen, festejan, disfrutan, politiquean, tal y como si tales mártires causados por barbaries y crimines políticos no fuera con ellos. ¿Es que no está la "memoria histórica" tan latente como gritan ellos llenos de consternación?
Quienes durante tanto tiempo reclaman con dolor que sea borrada la visión angustiosa de nombres y monumentos realizados por sus sus verdugos; es seguro que han tenido familiares próximos fallecidos, y a quienes pasados tantos años, no conocieron sus tataranietos; y a ellos, solo les une ya el recuerdo de su presencia. ¡Es así, aunque no lo quieran admitir, porque somos así, y esta es la verdad envuelta con el tapabocas del dicho popular: "es ley de la vida"...
¿Qué son las mal llamadas razones de Estado por las cuales se cometieron tantos crímenes; tantas arbitrariedades; tantos "derechos de pernada"; y se nombraron a tantos "Señores de Horca y Cuchillo"? Poco más o menos, son las formas larvadas de poder omnímodo político que se ejercen en la clandestinidad de los despachos, para que la Democracia, y cualquiera otro sistema de gobierno, no descubra los trapicheos políticos de algunos corruptos.
No son nuevas, ni originales; nacieron, y nacen incluso, en políticos que supieron hacer algunas cosas bien hechas, pero a veces, de pata de banco. Ahí tenemos a Felipe II, entre otros y no pocos reyes Jefes de Estado. Comía lentejas en su dieta frugal, e hizo lo más adecuado para España en su momento, pero fue cómplice de un asesinato. ¿Por qué no se aplicó otra "memoria histórica", o el Código Penal? La cuestión de los asesinatos, crímenes muy antiguos, llega en este periodo histórico desde antes de Carlos V, emperador de España y de Alemania.
Se remontan desde el tiempo que ahora nos ocupa, hasta los Países Bajos. Muchos nobles influidos pos calvinistas del Norte, pretendían liberarse del poder político y dominio de España. Entre los personajes rebeldes de la época figuraba Granvela, Hor, y Egmont, quienes sufrieron martirio en Bruselas junto con 68 nobles. También Montigny Señor de Santa Aldegunda, y Enrique de Brederode, que fue luterano, calvinista y católico.
Guillermo de Orange, ejecutado el año 1564 en San Luis de Nasseau, como Felipe de Marnix, Señor de Santa Aldegunda. Se justificaron estos asesinatos cometidos en secreto diciendo después que constituían un obstáculo para la nobleza flamenca. Pero en Simancas se halló una minuta del rey sobre el relevo de Granvela, Consejero de la reina Margarita de Parma, a quien ella deseaba sustituir por otro. Asuntos que interesaban al rey de manera significativa, y directa.
No fueron esas solo las "razones de Estado cometidas", e injustificables desde un orden humano, ético y moral; sino que aún quedaba el llamado "Proceso de Antonio Pérez, y las alteraciones de Aragón" para consumar la indignidad de quienes intervinieron. En este asunto criminal, cobraron tintes ensangrentados las personas de don Juan Escobedo, Secretario del rey, y don Antonio Pérez, Secretario del hermano bastardo, e hijo del Emperador Carlos V, don Juan de Austria.
El rey supo muy bien que Antonio Pérez asesinaría a Escobedo, y admitió el crimen, lo cual no deja dudas sobre su complicidad directa. En otras ocasiones necesarias, como son intereses determinados, envolvieron a la autenticidad con ropajes de leyendas; de tal manera, que pasados los siglos fuera difícil demostrar la verdad. Esto subyace, tanto en literatura griega, como iraní, sasánida, y en la mayoría cultural de los pueblos invasores de Iberia. Nombres de personajes destacados, a quienes se añadieron las fantasías literarias de los temas, fueron citados en sus obras por escritores preeminentes.
El mito y la leyenda, creados para deleitar, también encubrieron tragedias que el poder pretendió siempre ocultar. Mitologías, como la griega, mezclaron a los humanos con los dioses; y en la fantasía del pueblo ibero, perdura el nombre de Hércules el Gigante. Personaje que fue admirado en Grecia y a quien la leyenda atribuyó dotes excepcionales por ser hijo del dios mítico Zeus. No cabe duda que tal personaje existió en la genealogía de los pueblos invasores.
Sus tres trabajos más notables se conservan en Tartesia donde fue rey. Su hermano se llamó Eristeo o Eritreo que fue rey de Micenas y Tirintio. Vivió en las Esperides junto a sus hermanos, Esteno y Euriale. Su cuerpo fue enterrado en La Coruña, en cuya playa se levantó una torre denominada, "La Torre de Hércules. ¿Qué ocurrió a su llegada a España? Aquí parece que empieza la fantasía que hace dudar hasta de su existencia: separó las montañas de Calpe con sus brazos, entre el Peñón de Gibraltar y Ávila el Dejebel Mesa, lado del Estrecho de África.
En nuestros días existen leyendas políticas que superan toda realidad, pero en materia y búsqueda de mitos, están aquellas leyendas atribuidas como verdades posibles a las religiones. Destacan las achacadas a la religión judío cristiana católica. Entre ellas figura el mito de que Jesucristo estuvo casado con María Magdalena o tuvo relaciones íntimas con ella. Lo cual no deja de ser elucubración de la que no existe documento, ni creencia alguna venida de su época.
Suponen también que María, esposa de José, había sido "sacerdotisa de un culto femenino". según dice el Documento Mongomery aparecido en el archivo particular de esta familia, y del que no existe referencia histórica documentada. Añadir a estas leyendas urbanas que Leonardo da Vinci, en su pintura titulada, "La Última Cena", trató de hacernos comprender la existencia del matrimonio de María Magdalena con Jesús, no puede ser más grotesco e inadecuado.
Leonardo, no hizo más que utilizar su fantasía, para cambiar el estilo clásico repetido en esta cena por todos los pintores precedentes. Libertad de interpretación, que en la actualidad han realizado y realizan maestros de la pintura, como podemos ver en el Cristo de Dalí entre otros muchos. De manera que, si el monumento que existe en el Real Retiro de Madrid dedicado al demonio, pretendiéramos relacionarlo con Felipe el Hermoso y la Orden del temple, no cabe duda que podríamos subir y bajar de un lado a otro de la historia hasta conseguir alguna posible y dudosa relación.
El mito de Pitágoras, mientras no exista documento probatorio que demuestre lo contrario, está basado en que formaba parte de los Rosa Cuz, estudiosos de la influencia de los astros en la vida humana, lo cual no pasó de ser más que investigación científica y matemática realizada por él sobre las llamadas "Ciencias Ocultas". Hoy la Carta Astral, y la videncia, la practican hasta los incrédulos. Algo similar se dijo de Isaac Newton, asociando su persona con el esoterismo, cuando está demostrado que fue un católico ferviente.
Estudió el Libro de la Revelación bíblica; las profecías de Daniel y el Universo; para saber si Dios creó un código secreto criptográfico relacionado con el principio de todo lo creado. De forma que aplicando juicio lógico y matemático, se podría hallar ratificación del contenido revelado por Dios en la Biblia. Tengamos en cuenta que Newton consideró esto posible a partir del Libro de Daniel, versículo 13, 9, en el que el profeta afirma haber recibido de Dios las palabras siguientes: "ESTAS PALABRAS HAN DE QUEDAR CERRADAS Y SELLADAS HASTA EL MOMENTO FINAL".
Como científico, le pareció posible que Dios creara un código matemático, ya que también parece existir en la "Torá" o Biblia original hebrea. Documento que contiene 304.805 letras continuas. Así lo afirma a su vez el gran economista actual Keynes, quien ahora dispone de la Informática para tratar de comprobar su contenido. Entre leyendas y mitos están oculta muchas verdades, y los hechos buenos y malos envueltos con mitos y leyendas.
Una forma simplista de mito político burda, la escenificaron en la Cámara de los Diputados las chiquilladas de ambos líderes de Podemos para estar siempre en boca de los medios informativos. De tal manera que, la sede de su Partido no era lo bastante amplia para sus discusiones personales. Tampoco las calles, y como en ellas, si los asuntos más importantes no se resuelven en las Cámaras a favor de los más necesitados, a lo peor vemos las bandas latinas dirimir en los escaños sus diferencias.
El diario "El Mundo" del Domingo fecha 6 de febrero del año 2011, afirmaba otro míto como hecho admitido por la Iglesia, afirmando que ésta admitía la teoría de a Evolución: "LA IGLESIA ACEPTA LA EVOLUCIÓN COMO PRUEBA DE CREACIÓN DIVINA".
Mito que viene desde entonces circulando entre los contrarios al catolicismo y se confeccionó en sedes de organizaciones secretas a quienes interesa que la fe católica sea anulada del sentimiento y creencias humanas. Decimos fe católica, como la de cualquiera otra asociación cristiana que aconseje justicia, moralidad y derechos civiles. Se manipularon opiniones personales del Papa Juan Pablo II. Afirman que en los años 90 declaro la evolución como un hecho, cuando es así que en lenguaje común menos trascendente, se denomina evolución a lo que es desarrollo. El Papa se estaba refiriendo al Cosmos desde su origen en lenguaje "coloquial".
Porque tal afirmación sobre hecho tan trascendente hubiera precisado de una Encíclica cuando menos. La verdad fue solo que Werner Alber, Premio Nobel de Medicina en 1978, fue nombrado Presidente de la Academia Pontificia de Ciencias en donde estuvo colaborando desde hace treinta años. La revolución industrial iniciada el siglo XVIII extendió el mito de que la misma mejoraría las condiciones de trabajo, cuando era así que la acumulación de capitales y economías de mercados exigían políticas apropiadas para inversión.
Sin ir tan lejos, ahora cuando se debate en el Parlamento tramitar 426 euros de prestación para dos millones de pobres fabricados la mayor parte por el deshonor, la especulación, y el fraude cometidos por muchos políticos y empresarios; resulta que no hay dinero para dar más. Mito que es demostrable, porque se puede dar mucho más y a mayor número de empobrecidos.

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